Atentado camino al tribunal

Los funcionarios inspeccionan la escena del crimen. (Fotos: La Verdad)

Un par de sicarios acribillaron al abogado Álvaro Rafael Urribarrí Cepeda, de 55 años, en la carreta La L de Cabimas. Se conoció que al jurista le asesinaron a un hijo en octubre de 2015. La Policía se inclina a la venganza como móvil del asesinato

Álvaro Rafael Urribarrí Cepeda (55), abogado penalista, lo asesinaron ayer, a la 1.30 de la tarde, cuando iba en su camioneta Ford, roja, placa A09AI9U, hacia los tribunales de Cabimas.

El jurista salió de su vivienda, en la calle Venezuela con avenida 32, sector Monte Claro. Conducía con sentido hacia la avenida Intercomunal, cuando dos desconocidos en una camioneta blanca empezaron a seguirlo, comentaron los vecinos y los testigos a la Policía.

La persecución se demoró solo cinco minutos antes de que le dispararan. Urribarrí logró atravesar la avenida Intercomunal. Cinco proyectiles atravesaron el vidrio trasero, otros seis la ventana del piloto y uno del copilo. A Urribarrí le atravesaron tres balas la cabeza y lo neutralizaron. Perdió el control y chocó contra la cerca de una vivienda, en el sector El Martillito. 

“No le dio chance de nada, ni de sacar su arma de fuego, que no la desamparaba”, dijo un vecino de Urribarrí. 

Senteciado

Familiares, vecinos y colegas se acercaron hasta el lugar para corroborar con sus propios ojos la noticia que corrió como pólvora. El penalista y su familia habían sido objeto de varios atentados, hasta que hace un año, luego del asesinato de su hijo, un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, de 28 años, que llevaba su mismo nombre, lo asesinaron, el 31 de octubre de 2015, frente a una licorería en el sector Los Andes, municipio Santa Rita. 

El jurista para salvar su vida y proteger a su familia se mudó de Santa Rita a la calle Venezuela, en Cabimas.  

Funcionarios del Eje de Homicidios acudieron al sitio. Colectaron las evidencias y procedieron al levantamiento del cadáver. Según, fuentes ligadas a la investigación, el móvil que cobra mayor fuerza es la venganza.

Primer ataque

Un par de delincuentes lo despojaron, en enero, de sus pertenencias. Álvaro Rafael Urribarrí sacó su arma de fuego y les disparó. Uno murió en el sitio y el otro quedó herido. Al llegar la Policía se comprobó que los atracadores lo habían apuntado con una grapadora.

En el lugar se escucharon dos detonaciones. Una hirió a Ángel Clemente Díaz Rodríguez, de 22 años, quien recibió un certero disparo en el estómago. Murió de manera instantánea y su compinche, Enriover José Velásquez Reyes (26) sobrevivió.

 

 

Los curiosos se acercaron a la calle para ver a la víctima.

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