El
En un partido electrizante de principio a fin, el Atlético de Madrid cayó (2-1) ante el Bayern Múnich en el Allianz Arena, pero se clasificó a la final de la Champions League a disputarse en Milán el próximo 28 de mayo. El marcador global fue 2-2 pero lograron avanzar los colchoneros por el gol conseguido en condición de visitante.
Un día antes del partido, el arquero alemán Manuel Neuer había declarado: "Ellos no conocen el Allianz Arena, eso es una ventaja para nosotros", una frase sin mucha importancia en la previa, pero que en el primer tiempo se cumplió en su totalidad. En la primera mitad, el Bayern monopolizó las opciones de gol, la primera sería de Müller con un cabezazo al 12', seguida por varias oportunidades de Lewandowski, que demostraría no estar en su día al no acertar ninguna.
Al no poder concretar a ras de piso, a los alemanes solo les quedaba el juego aéreo o una jugada a balón parado, y por esta última llegó el gol, en una falta directa cobrada por Xabi Alonso al minuto 30. Cuatro minutos después llegó uno de los momentos claves del partido, donde el arquero Jan Oblak demostró ser la figura del encuentro y detuvo un penal cobrado por Thomas Müller que hubiese sentenciado la eliminatoria.
Juego parejo
El dominio del Bayern en el primer tiempo quedó plasmado en los números: ganó la posesión (71 %-29 %), los tiros de esquina (6-1) y los remates al arco (17-2), pero la parte complementaria se igualó. El penal detenido hizo que los dirigidos por Simeone ganaran en confianza y consiguieran empatar (54') por medio de una contra en la que el francés Antoine Griezmann, que parecía partir en fuera de juego, batió al meta Neuer.
En el transcurso del segundo tiempo se intensificó la presión del Bayern, que se exponía cada vez más a los contragolpes del Atlético. Producto de esa intensidad, David Alaba desbordó por la banda izquierda y tiró un centro que Arturo Vidal usó para asistir a Robert Lewandowski, que marcó el 2-1 al 74'.
Arqueros protagonistas
Los porteros de ambos equipos probaron ser las figuras del partido. Oblak salvó a los colchoneros en un sinfín de ocasiones durante el primer tiempo, además del penal que le detuvo a Müller. En la segunda mitad, le tocó al campeón del mundo Manuel Neuer demostrar de qué estaba hecho, cuando el principal pitó incorrectamente la pena máxima a Torres, que fue detenido por el meta bávaro, pero cuyo empuje anímico no bastó para que su equipo consiguiera la remontada.
"En el primer tiempo vi el mejor equipo al que me enfrenté. Fueron tremendos", expresó Simeone alabando al Bayern. "No fue fácil, pero sostuvimos el resultado con valentía y pasamos a la final con mucha alegría". El técnico argentino admitió no tener respuesta ante el asedio alemán, pero reconoció que el penalti atajado por Oblak les dio la motivación que necesitaban. "Tuve suerte en el penal. No siempre los detengo", fueron las declaraciones postpartido del arquero colchonero.
La deuda de Pep
De esta manera, Guardiola se despide del Bayern Múnich, donde estuvo tres temporadas, tres años donde fue eliminado en competición europea siempre por equipos españoles en semifinales: durante su año debut cayó ante el Real Madrid, quien lo goleó de local (0-4); la temporada pasada le tocó el turno al Barcelona, equipo al que derrotó de local (3-2), aunque que no le alcanzó para remontar. Pep se irá la próxima temporada al Manchester City, pero dejará esa deuda en el Bayern.
"Espero que Ancelotti logre dar el salto de calidad", declaró Guardiola en rueda de prensa postpartido. "La decepción aparece cuando no juegas bien y hoy lo hicimos, por eso no siento esa sensación", finalizó el director español.
Los colchoneros se convierten en el tercer equipo español que elimina a Guardiola de la Champions y además, consigue vengarse 42 años después de esa final de la Copa de Europa (1974) donde perdieron precisamente ante los bávaros. Y logran su segunda final de Champions en tres años. Este Atleti sigue haciendo historia. Con sus armas, con sus ideas, es justo finalista de la Uefa Champions League y van por más.