El
El aguacatero que me vende los aguacates en la esquina de la 12 con la Circunvalación 2, se me acerca al carro, me toca el vidrio y del susto casi me orino creyendo que era uno de los famosos tocavidrios que rondan en la zona y de quien ya recibí unos golpes cuando en otra esquina de la ciudad, me exigieron el celular y en medio de la confusión y del susto terminé por darle mi número telefónico; vaina que al tocavidrio, un carajo con cara de diablo, flaco hasta los huesos, no le gustó y casi me ahorca con sus huesudas manos, además de darme un opercaut de izquierda que me hizo un morado en el ojo que casi me hace perder la vista.
Pero bueno, volviendo a mi aguacatero, me llega pálido y me dice: “estoy asustado, profe. Como ve la vaina. A mi me dieron cédula, me inscribieron en el CNE, me inscribieron en el PSUV, voté por Chávez, voté por los chavistas, voté por Maduro, incluso me llevaron a votar por Madroñero. Usted mismo me ha visto, profe, he vendido de sol a sol estos aguacates con la franela de los ojos de Chávez y ahora me van a joder y a votar de aquí”.
De verdad, que yo estimo mucho al aguacatero, durante seis años hemos intercambiado aguacates por bolívares, primero 25 bolívares, luego 50, después fueron 80 y mas tarde 150 y justo el día que me contó de su susto me fió uno por 300 bolívares.
No lo he vuelto a ver y he extrañado su presencia de martes a sábado, creo que ha sido deportado llevando sus aguacates en la cabeza. Si por casualidad lee esta nota quiero recordarle que todos los días aparto los 300 bolívares del aguacate que me fió.
Hace años cuando hice mi tesis de grado ,cuyo tema era sobre el impacto de la mano de obra colombiana, en la producción agropecuaria en el municipio Perijá, los hacendados entrevistados me decían sus preferencias por el trabajador colombiano sobre el trabajador guajiro, pues, de estos últimos decían, que en cualquier momento se ponían las cotizas y no los volvían a ver.
Pero hemos llegado a esta hora, después de tanta política sin sentido, después de tanta expropiación de tierras y confiscación de empresas agropecuarias e invasiones de haciendas productivas y después de tanto control de cambio, la gente que nos gobierna y que se quiere quedar, digamos, que por 30 años mas, le achaca a los colombianos casi todos los males que hemos padecido en los últimos 16 años y los ha llamado paramilitares, narcotraficantes, bachaqueros y a las mujeres las ha llamado pu…. Digo casi todos los males, pues del resto de los males se los achaca al expresidente Álvaro Uribe, quien, también es colombiano.
Lo lamentable es que todas estas acusaciones vienen de un gobierno presidido, según las malas lenguas por un oriundo de… Holanda.