Azupalma
En los últimos días aumentó la “presencia militar en la zona” desde Aricuaizá a Casigua, en Jesús María Semprún. Alfredo Pedroza, presidente de la Asociación de Palmeros del estado Zulia, destacó que la consecuencia inmediata es que los trabajadores de fincas, cercanas a los camellones donde están apostados contingentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, eviten salir de las unidades y además de un “éxodo de la mano de obra, que voluntariamente se van antes de ser deportados”.
Pedroza resaltó a este rotativo que en los camellones del sector Lora III, Guaicaipuro y 5 de Julio, que conducen a la frontera con Colombia, hay más uniformados. Hacia el margen derecho de la vía de la Machiques-Colón, antes del puente Tarra que comunica a Tibú, hay otro contingente custodiando el paso. Se “redobló la vigilancia militar”.
Desde la semana pasada la movilización castrense supuso un “toque de queda. Los colombianos, que en la mayoría no tienen papeles en regla, no tienen tarjeta agrícola, ni cédula; se han abstenido de salir a las carreteras para evitar ser agarrados”, señaló el directivo de Azupalma, quien entendió la política de seguridad para el cierre de la frontera pero cuestionó el método por las consecuencias reflejadas en la producción primaria del Sur del Lago.
Pidió que al igual que se nombra la actuación irregular de paramilitares en el territorio nacional, se reconozca la de la “guerrilla Fuerza Armada Revolucionaria Colombiana (FARC), y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que transita por esos camellones”.
El vocero de Azupalma desconoció si ya el Instituto Nacional de Tierras inició inspecciones en las finca para determinar el uso e identidad de los dueños. Sí acentuó los problemas que mantienen para abastecerse de combustible en áreas donde el propio Ministerio de Agricultura y Tierras reporta que sí hay producción agrícola. Inclusive, colocación de fruta de palma en la industria procesadora de grasas Palmeras Diana.
Hoy los productores se reúnen con la directiva de la empresa socialista para continuar las mesas de entendimiento y acordar la sinceración de precios, dotación de fertilizantes, seguridad y suministro de gasolina para las unidades de producción.