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La pandemia de difteria se abre paso a lo largo del territorio nacional y las recurrentes advertencias de los epidemiólogos “no surten efecto” en los organismos de salud pública que no frenan la epidemia. Una publicación elaborada en Cuba actualiza de forma “incompleta” la información sobre la difteria en el país y toma como referencia datos aportados por la Organización Mundial de la Salud.
La “omisión” de información por parte del Ministerio de Salud agrava la situación y esta no se actualiza desde hace ocho meses. La falta de acceso a la información oficial restringe datos útiles para que la población conozca los riesgos de enfermarse y tome consciencia de cómo protegerse. También impide que los profesionales de la salud utilicen herramientas para el diagnóstico precoz de los casos, así como contribuir a la vigilancia epidemiológica para ayudar a controlar la enfermedad.
La Sociedad Venezolana de Salud Pública junto a la Red Defendamos la Epidemiología Nacional en su décima primera alerta epidemiológica sobre difteria, explicó que el número de casos sospechosos acumulados desde septiembre de 2016 superó la barrera de los cuatrocientos y más de 100 corresponden al año en curso.
Sube y baja
La lista de casos sospechosos en ascensos, la encabeza el estado Bolívar seguido de Anzoátegui, Miranda, Monagas, Apure, Sucre, Distrito Capital y Zulia. Tan solo en estos se acumulan el 93,5 por ciento de los casos totales. Según los estudios de los epidemiólogos, la tasa de letalidad entre los casos confirmados asciende a un 20 por ciento y aseguran que ocurrieron en Monagas, Anzoátegui, Bolívar y Sucre, pero no indican otros dos estados en los que hubo tres casos mortales.
Los expertos advierten que los esquemas incompletos de vacunación, bajas coberturas, dosis insuficientes, deserción o fallas en la cadena de frío para conservar las vacunas continúan haciendo mella en la población y facilitando el cúmulo de personas susceptibles y la transmisión de la enfermedad.