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Entró en vigencia el aumento de 10 por ciento del salario mínimo. A partir de hoy, los empleados ganarán siete mil 421,66 bolívares al mes. Lo que implica un incremento de 22,48 bolívares diarios. Este es el precio de tres panes salados, que oscila entre ocho bolívares.
La cantidad adicional que recibirán los venezolanos como remuneración al mes es de 674,68 bolívares. Este monto representa un paliativo insuficiente para los altos índices de inflación que se experimentan este año. El Bank of America estimó que la inflación entre mayo de 2014 y mayo de 2015 ronda 108,1 por ciento.
Según Edinson Morales, economista, la comparación entre el incremento salarial y la inflación es desproporcionado. Por ello, tanto obreros, como profesionales universitarios, que se incluyen en el 70 por ciento de los trabajadores formales que obtienen esta remuneración, presentan dificultades al administrar sus finanzas.
Elena Guerrero es la esposa de un jubilado de la Policía. Afirmó que no considera que el nuevo aumento vaya a mejorar su calidad de vida, puesto que las dificultades para adquirir productos regulados persistirán: “Este nuevo aumento no alcanza para nada. Mira a la gente en las colas, el que tenga que trabajar todo el día ¿cómo compra un potecito de leche o un paquetico de arroz?”.
La alimentación es el factor que causa más impacto en el bolsillo de los venezolanos. La inflación sobrepasa los presupuestos familiares y un solo salario no cubre los precios en el mercado. La canasta alimentaria se ubicó en el cierre de mayo en 24 mil 694,21 bolívares, según cifras del Centro de Documentación y Análisis social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM). Se necesitan más de tres sueldos mínimos para costear estos productos básicos.
De acuerdo con Morales, otro ajuste salarial no mejorará los problemas financieros del país. Y es que desde el año 1999, el Gobierno nacional aplicó 29 incrementos salariales, afectados todos por la inflación. Lo ideal en este caso -insistió- sería sincerar la economía y el dólar “aunque sea una medida dolorosa”.
Voces
“La situación no va a mejorar porque el sueldo mínimo se lo tragó la inflación. No cumple las necesidades ni las expectativas de ningún tipo”
Juan Dinó. Profesor de arte
“No creo que este aumento va a mejorar mi poder adquisitivo, ahorita obviamente no me alcanza, pero siempre hay que buscar la opción más económica”
Carla Mármol. Docente