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La autopsia que le realizaron al vocalista de la banda Linkin’ Park, Chester Bennington, quien se suicidó el pasado 20 de julio, reveló que el cantante había consumido alcohol y éxtasis previo a su muerte.
El portal TMZ divulgo los resultados del examen toxicológico realizado al cuerpo del artista.
Pequeñas dosis de alcohol y MDMA (éxtasis) se encontraron en su sistema.
Autoridades además hallaron en su casa de una receta de Zolpidem y Ambien y botellas de cervezas vacías.
El vocalista, antes de su muerte, había informado a su grupo más cercano que llevaba seis meses sobrio. Antes había tenido problemas con la depresión y el consumo de pastillas.