Tanto el PSUV, así como otros pseudo expertos que desfilan por la pasarela “de planes y soluciones” quieren más MW. ¡Cuídese de ambos! Tenemos más del triple de MW instalados para lo que requerimos. Es imperativo el mantenimiento duro y parejo para rescatar el Sistema Eléctrico Venezolano, (SEV). Venezuela no necesita más MW nuevos, a lo sumo solo deben ser aquellos medulares que se encuentran paralizados
Tal como se advirtió por esta columna en marzo de 2018, y pese a una disminuida demanda, se volcó un tsunami de bajones y apagones contra el Sistema Eléctrico Venezolano, SEV. Sobre “la nueva cola” del mismo: Zulia, Mérida, Trujillo, Táchira, Barinas, Apure, Portuguesa y Lara, que mantienen a 14 millones de habitantes bajo un azote electrizante, haciendo de la tranquilidad, el poder descansar ininterrumpidamente en las noches, derechos esenciales para la calidad de vida, y esto apenas comienza.
La crisis eléctrica pasó a ser una catástrofe, pues se encuentra totalmente deteriorada, dentro de este desastre están Corpoelec y PVDSA sin luz y sin el combustible requerido para las plantas termoeléctricas, mientras el régimen continúa mintiendo y ocultando la información del Sistema Eléctrico Venezolano, (SEV) y preparándose para un guiso más, aplicándole al embalse Camburito Cáparo de la planta La Vueltosa, la receta del negligente abuso del Guri, para raspar la olla con “nuevos” MW termoeléctricos sin tener el combustible requerido, continuando así con más corrupción y deuda eterna para las próximas generaciones.
Venezuela no necesita más MW nuevos, a lo sumo solo deben ser aquellos medulares que se encuentran paralizados y esos son contados con los dedos de las manos y sobran dedos. Tanto el PSUV, así como otros pseudoexpertos que desfilan por la pasarela “de planes y soluciones” quieren más MW. ¡Cuídese de ambos! Tenemos más del triple de MW instalados para lo que requerimos. Es imperativo el mantenimiento duro y parejo para rescatar el Sistema Eléctrico Venezolano, SEV y punto.
Esta catástrofe no es zoológica ni climatológica, es corrupción e implantación de un plan de destrucción nacional, perfectamente ejecutado adrede por el régimen (que es la raíz principal), empeñado a juro en someternos a través de la electricidad. Es necesario salir del circo electorero, pues mientras más elecciones tenemos peor estamos. Hay que salir del régimen primero, para poder votar.
O salimos del régimen resteados con una transición que refunde el país y devuelva la justa majestad a sus instituciones o el régimen apagará la patria. La sociedad venezolana tiene la palabra. ¡Manos a la obra, que sí se puede!