Azotes asesinan a quinceañero por negarse a ser malandro

La madre del occiso consolaba a su abuela mientras esperaban que les entregaran el cuerpo en la morgue de Maracaibo. (Foto: Jose Nava)

La madre del adolescente contó que la Policía detuvo al “Eudomar” y al “Chiva”. En dos ocasiones la banda había instigado al muchacho a delinquir, pero el trabajaba con un tío

Un rotundo “no” sentenció a muerte a Diego Armando González, de 15 años, quien el pasado sábado en la noche recibió un tiro en la cabeza por negarse a robar a una joven en el barrio Cassiano Lossada IV. Un trío de malandros lo sacaron de su casa para darle una última oportunidad para que aceptara ser miembro de su banda de azotes. Él se negó y por eso lo mataron. 

No lo mataron solo. Kennyer José Zambrano (21), conocido como el “Kenny”, recibió otro tiro por diferir de sus compinches a la hora de matar al adolescente. A Antonieta González, madre del muchacho, se le entrecortaba la respiración a la hora de recordar el momento en que el Kenny acompañado por “Eudomar” y el “Chiva", los azotes del sector, irrumpieron en su casa para llevarse a su hijo. “Llegaron a las 8.00 de la noche y se lo llevaron a la fuerza”. 

Ella lo vio salir de su casa y no supo más de él hasta que lo vio tirado en plena vía pública de la segunda etapa. A unos dos metros yacía Kenny, de quien González conocía poco. Pero los testigos del crimen le contaron que los tres malhechores le colocaron un arma en la mano a su hijo y le ordenaron atracar a una joven. El menor se negó. Una vez más le ordenaron cometer el crimen y colocó el arma en las manos de “Eudomar” y una vez más dijo: “No”. 

La negativa del joven a formar parte de las filas del grupo delictivo encolerizó a “Eudomar”, quien apuntó la pistola en contra de González, en ese momento “Kenny” intervino para que le perdonaran la vida y esto enfureció al hombre armado quien primero mató a su cómplice y luego disparó en contra del adolescente. Ambos recibieron un tiro en la cabeza. 

La madre de González indicó que los tres delincuentes montaron un acoso sistemático desde el 23 de diciembre cuando lo interceptaron cerca de su casa para atracar a un mototaxista. La respuesta del joven siempre fue la misma desde el principio. “Yo denuncié el acoso, a la Policía pero no prestaron atención. Me pidió que no denunciara más porque los malandros la agarrarían con él”. 

La afligida progenitora contó que aunque la Policía detuvo al “Eudomar” y al “Chiva”, ella no siente consuelo por el hecho porque igual su hijo ya no está con ella. Destacó que su hijo trabajaba con un tío colocando pisos de granito. 

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