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¡Órale! No lo dicen pero ahí están. El comercio informal en Las Playitas, a 100 metros de la alcabala de la GNB ubicada en el Terminal de Pasajeros de Maracaibo, ya se abastece de productos -presuntamente- importados de México que destina el Gobierno nacional para la caja de los CLAP.
Mientras la harina de maíz precocida, preferida por los venezolanos desaparece de los tarantines, la exhibición con marca azteca emerge entre los alimentos colombianos y venezolanos. Atún Nemo y aceite Soraya son los primeros a ofrecer. Siguen más desapercibidos a la vista, encubiertos por fardos de arroz y azúcar colombiana, la refinada blanca y la harina para tacos.
El aceite vegetal, elaborado por Industrial Aceitera, Naucalpan de Juárez, ronda los seis mil 700 bolívares, precio comercializado similar al litro producido en Venezuela, y el atún de 140 gramos, procesado por Marindustrias, en Colima, no supera los dos mil bolívares.
Plan del Gobierno
En la primera semana de enero, la Gobernación del Zulia, bajo la directriz del Ministerio de Alimentación, inició la distribución de los alimentos mexicanos contenidos en las cajas vendidas por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción a 10 mil bolívares.
La caja contiene un litro de Soraya y seis latas de Nemo. Según estimaciones, el aceite cuesta en México 19,90 pesos, cerca de 0,91 centavos de dólar, que resultan de la conversión de la tasa de la divisa a 21,80 pesos por el precio de venta. La lata de Nemo se cotiza en 7,90 pesos, cerca de 0,36 centavos de dólar.
Con la conversión de la divisa a tasa Dipro de 10 de bolívares por dólar, de acuerdo al marcador oficial ordenado por el Gobierno para la importación de alimentos y productos de primera necesidad, el precio se sitúa en Bs. 9,10 para la grasa, mientras que para la especie de mar preparada, se calcula en Bs. 3,6.
El presidente Nicolás Maduro aseguró, desde la inauguración de un centro de acopio CLAP, en el estado Sucre, que en el programa “no hay inflación, no hay ‘bachaqueo’, no hay robo”. La meta es el abastecimiento y la producción para recuperar la distribución de alimentos a más de seis millones de hogares venezolanos.