Benito Martínez, el nombre real del artista, ofreció un espectáculo que hizo vibrar a las casi 15 mil personas que llenaron el anfiteatro en la noche de clausura del Festival de Viña del Mar
El cantante puertorriqueño Bad Bunny impuso el trap en un concierto frenético nunca visto en el anfiteatro de la Quinta Vergara, que acoge el Festival de Viña, y que hasta este viernes no había contado con ningún artista que se presentara con este género musical, que acapara la atención de los más jóvenes.
A sus 24 años, Bad Bunny se ha convertido en uno de los referentes del trap, un subgénero del rap, al situar su sencillos en las listas de éxitos mundiales.
Benito Martínez, el nombre real del artista, ofreció un espectáculo que hizo vibrar a las casi 15 mil personas que llenaron el anfiteatro en la noche de clausura del Festival de Viña del Mar.
Con una puesta en escena sencilla, el joven cantante dominó el gran escenario con tan solo su presencia y algunos efectos de fuego y humo.
El “Conejo Malo” (la traducción al español de Bad Bunny), conocido por su peculiar estilo de vestir, se presentó con un chándal rosa palo y unas gafas de sol, que llevo puestas durante casi todo el concierto.
El público que coreó cada canción como si fuera la última, se rindió a los pies del rey trap desde el primer tema, Estamos bien.
El puertorriqueño acaba de sacar su primer álbum X100pre, pero desde hace tres años tiene una prolífica y meteórica carrera con los numerosos sencillos que estrena.
Jennifer Lopez, Drake, J.Balvin, Marc Anthony y Cardi B son algunos de los reconocidos artistas con los que ha colaborado.
La noche de este viernes, el cantante ofreció al público chileno un concierto desenfrenado en el que fue intercalando sus mayores éxitos sin apenas unos segundos de pausa entre un tema y otro.
“Que alcen la mano los que se aman. Cada uno de nosotros somos seres especiales y tenemos un propósito en la vida que tenemos que descubrir”, dijo el artista a un público joven que no soltó el móvil para grabar cada uno de sus movimientos.
Sus letras suelen contener referencias al consumo de drogas, sexo explícito y violencia pero el puertorriqueño lleva un tiempo compartiendo mensajes de tolerancia y aceptación por sus redes sociales, como también hizo hoy.
El tema Solo de mí, que también sonó en la Quinta Vergara, se trata de una crítica a la violencia de género y su lanzamiento supuso que “muchos” cambiaran de opinión respecto al artista, según dijo ayer en una rueda de prensa.
“Muchos dicen que hay un antes y un después con la publicación del X100pre pero yo creo que no es un cambio. Siempre tenía esas cosas en mi mente”, afirmó ayer a los periodistas de la prensa local e internacional que le preguntaron por sus nueva letras.
Con más de 25 canciones, el puertorriqueño enloqueció al público chileno, que no dejó de botar y gritar al ritmo de sus contundentes bases.
Ni bien ni mal, I like it, Si tu novio te deja sola fueron algunos de las canciones más esperadas por unos espectadores jóvenes, que llevaban unas orejas de conejo en honor al nombre de su ídolo.
Al escenario también subieron dos artistas invitados: El Alfa, el cantante dominicano con quien cantó La romana y el estadounidense Arcángel, con quien deleitó al público con Me acostumbré.
El “Conejo Malo” no quiso dejar en el tintero ninguno de sus destacados temas y terminó la noche con Amorfoda, Soy peor y Te boté.
Con esta gran carta de presentación, Bad Bunny abrió la noche de clausura del Festival de Viña del Mar que terminó este viernes con la actuación de otra estrella juvenil, Becky G.
Tras seis jornadas consecutivas, el mayor evento musical de América Latina, cerró su 60 edición al ritmo de la música urbana.
Al inicio de la noche también actuó la ganadora de la competencia internacional, la peruana Susan Ochoa con su canción Ya no más, y los ganadores del concurso folclórico, el conjunto argentino Destino San Javier con su tema Justo ahora.