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Encuestadoras del país lo recalcaron al cierre del primer semestre de este año. El cacerolazo de Villa Rosa en las afueras de Porlamar lo reiteró. Los niveles de aceptación del presidente Nicolás Maduro en la población venezolana, son bajos, y las estadísticas ponen en relieve la afectación que su liderazgo podría tener en las dirigencias regionales y locales del PSUV, así como del Gran Polo Patriótico.
“La mala gestión y la falta de resultados en materia económica es lo que trastoca la popularidad de la fracción roja. Si la situación no mejora, el resultado será catastrófico para el partido de Gobierno. Indudablemente la baja aceptación del presidente Maduro afecta a los liderazgos regionale. Evidentemente, hay enormes diferencias a nivel interno. El Presidente tiene un equipo que no le está dando resultados. Seguramente, dentro de la alta dirigencia del partido hay otros que ven el escenario totalmente distinto, o medidas que debería adoptar el Ejecutivo, y a las cuales no se les está prestando atención. Ese es un escenario normal”, declaró el politólogo José Rafael Mendoza, en entrevista con La Verdad.
Afirmó que hay discrepancias “naturales”, pero que hacia afuera se muestra mayor unidad. Alberto Aranguibel, analista político, refirió a este rotativo, que no se trata de un rechazo directo al jefe de Estado, sino de una etapa de difícil transición en la ciudadanía ante la “guerra económica” que hay en la nación.
“Hay espacios en los que la sociedad entiende de manera imprecisa los procesos que se están dando de transformación. Es una transición compleja y difícil de comprender. En el caso particular de Villa Rosa, la sociedad está presa y angustiada por los problemas económicos, pero hay que destacar que por su condición de isla, lo que siempre ha sido difícil en el resto del país, es aún más complicado para Margarita”, expuso Aranguibel.
Ante el riesgo del liderazgo político regional respondió: “siempre es una amenaza la exposición en el desempeño gubernamental, siempre hay un riesgo latente en que no se cumplan las aspiraciones de la gente. La diferencia es que ese tipo de medición -de aceptación de los funcionarios- no se puede hacer convencionalmente porque no se está evaluando la gestión, sino de cómo avanza en el logro del bienestar con un modelo distinto al capitalismo”.
“Liderazgo tóxico”
En entrevista con Carlos Croes, Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo que “en el oficialismo hay mucha gente preocupada ante el liderazgo tóxico de Maduro”.
Acentuó que el deseo de cambio no solo está del lado de la oposición, sino dentro del oficialismo.
Voceros de la Unidad refieren que el Gobierno no solo no está interesado en que el revocatorio se haga este año, sino que tampoco se realicen las elecciones regionales.
“Ellos -el Gobierno- no quieren elecciones de ningún tipo”, enfatizó Henrique Capriles, gobernador de Miranda, quien además ha recalcado que los gobernadores del PSUV ya le solicitaron al presidente Maduro que no haya regionales este año.
Al cierre del primer semestre de este año, encuestadoras del país expusieron sus resultados:
Datánalisis señaló que 94 % de los venezolanos evalúan como mala la situación del país.
Delphos afirma que 80 % de la población no confía en la gestión del presidente Nicolás Maduro.
Venebarómetro expone que el rechazo a la gestión del primer mandatario supera el 70 %.
Hinterlaces reveló que 51 % se siente pesimista; 78 %, preocupado por la situación del país