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Nueve
Nueve años se tardaron los enemigos de Cecilia Velásquez Ibáñez (42), reservista del Ejército Nacional asesinada el pasado jueves, en cumplir la promesa de muerte. La buscaban por ser una de las testigos principales en el caso Cionti-Prado.
La mujer era la pareja de uno de los autores intelectuales en el homicidio del ganadero descuartizado y enterrado en una finca en el sector rural Zipayare del municipio Valmore Rodríguez. La Policía informó que quienes cometieron el crimen fueron los miembros de la banda los Colombianos y tras el crimen Velásquez huyó cuando inició el procedimiento judicial de quien era su novio.
Desde entonces el grupo delictivo la buscó para consumar la venganza porque al parecer ella aportó la información sobre cómo ocurrió el homicidio en el que asesinato al productor agropecuario. Trascendió que el asesinato de la reservista, que ocurrió dentro de su casa en el sector El Milagro del municipio Baralt, resultó herido Marco Fidel Suárez, hijo del occiso, quien está bajo cuidados médicos en un centro asistencial de la Costa Oriental del Lago, cuyo nombre se mantiene oculto por razones de seguridad.