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Los hijos de Ivonne del Carmen Almarza Díaz, profesora de 46 años, buscaban consuelo entre sí para tratar de mitigar el dolor de perder a su madre de manera violenta. Entre lágrimas preguntaban: “¿Por qué precisamente a ella le tuvo que pasar esa desgracia?”. Quedó atrapada en un tiroteo entre bandas y un proyectil le atrevesó el pecho.
Díaz arribó a Maracaibo el 26 de diciembre para pasar el fin de año con sus hijos y más que nada visitar la tumba de su madre, quien tiene 12 años de fallecida. “Ella vivía en la isla de San Carlos, en el municipio Padilla, donde laboraba como educadora de cuarto y quinto año de bachillerato en la unidad educativa Creación Pueblo Nuevo”, comentó uno de sus hijos.
Sus días en la jurisdicción insular estaban contados. Hace dos meses obtuvo el título de magíster en Educación Superior y el próximo año optaría por una plaza en la Universidad del Zulia. Ahora esos planes se fueron al traste luego que un médico del centro ambulatorio La Victoria certificó su deceso por una herida de bala el pasado martes a las 5.50 de la tarde.
Encerrada
Su esposo, simplemente identificado como Carlos, explicó que ella visitaba a uno de sus hijos en el sector Los Pinos. Tomó el autobús de la línea de Ruta 6 y le pidió al conductor que la dejara en la calle 37, donde reside una pariente, justo detrás del Centro de Diagnóstico Integral de Cujicito.
Apenas se bajó del bus, dos carros pasaron a alta velocidad por la calle. Dos tripulantes del vehículo rezagado disparaban contra los pasajeros del que iba adelante, el copiloto de ese automóvil también respondía al fuego. Uno de esos proyectiles alcanzó a la educadora sobre el seno derecho, perforó su pulmón y salió por la espalda, detalló la Policía.
Ella sintió el balazo y vio cómo la sangre emanaba de su pecho. Esto no la detuvo. Con la herida logró caminar poco más de 20 metros antes de caer sobre su propio peso. Los transeúntes que apenas salían de sus refugios luego de la balacera, la vieron y la trasladaron al centro asistencial donde murió un cuarto de hora después de su ingreso. Los que la reconocieron avisaron a sus familiares sobre lo sucedido, comentó un pariente.
Los primeros testimonios recogidos por la Policía no dan cuenta de las características específicas de los vehículos o de sus pasajeros. Las primeras investigaciones apuntan a que la profesora quedó encerrada entre un pleito entre bandas delictivas del sector que están en pugna por la zona.
Carlos comentó que ella logró sacar la carrera y levantar a sus hijos con mucho esfuerzo. Ahora los sueños y los objetivos quedaron atrás y a los parientes solo les queda recordar los gratos momentos. Su cuerpo estará en la dirección anteriormente mencionada donde residía su madre.