Los hampones aprovechan la salida de los feligreses de la iglesia y de sus casas para interceptarlos y asaltarlos. Su principal botín son los carros y sus accesorios
A los residentes de los edificios ubicados al este de Maracaibo, entre la parroquia Olegario Villalobos y la parroquia Santa Lucía, una banda de hampones, aún por identificar, los tiene sitiados. Los someten en la entrada de los estacionamientos, les roban las pertenencias, se las llevan y les desvalijan los carros.
Una de las zonas más afectadas es La Lago, donde comúnmente despojan de accesorios y violentan los carros estacionados en las calles. En los últimos días se reportaron 30 asaltos. Ninguna de las víctimas denuncia por miedo.
Los residentes del edificio Punta Azul, en el sector Valle Frío, dijeron que afortunadamente no se han metido a sus áreas. Denunciaron, sin embargo, que los maleantes se esconden en una plaza al lado del enorme edificio blanco. Allí sorprenden a los propietarios y a los transeúntes y los atacan.
“Lo más común por aquí es que los carros que estacionan los visitantes en las calles queden desvalijados al salir, es la nueva ‘moda’”, acotó un residente.
En la residencia Camino Real, en la calle 73 con avenida 3F, sometieron hace dos meses al vigilante, lo golpearon con un arma de fuego en la cabeza y lo amarraron. Luego se robaron los accesorios de dos automóviles y más de tres lámparas decorativas.
En la misma calle, al frente de ese edificio está otra edificación que ha sido víctima del hampa, pues meses atrás mientras unos visitantes estaban en una reunión social en uno de los apartamentos mientras un grupo de antisociales entraron al recinto y asaltaron a todos los invitados.
Ataque a los feligreses
En la calle 67 A, donde está ubicada la iglesia Nuestra Señora del Rosario, también se han convertido en un blanco fácil para la delincuencia. Al salir de la iglesia todos los feligreses corren a montarse en sus vehículos. Temen ser asaltados.
El pasado lunes, mientras los creyentes participaban en una jornada de sanación en la mañana, unos hampones desvalijaron una Explorer blanca frente al templo. Se le llevaron el tablero, el volante y todo lo que encontraron dentro de la camioneta.
Una de las encargadas del dispensario en el centro parroquial recordó que “hace unos 15 días a una feligrés le robaron su vehículo marca Mitsubishi, mientras estaba escuchando la eucaristía. Cuando salió de la iglesia no encontró su carro en el estacionamiento”.
Aún buscan culpables
Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, informó que se trata de una banda sin identificar que se dedica al robo de autopartes, repuestos y accesorios de vehículos nuevos, quienes participaron en el robo en el edificio Karla Karolin, el pasado jueves en la madrugada. Las investigaciones continúan.