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El Barcelona empezó el año con el pie izquierdo. Ante el Athletic Club de Bilbao, que culminó el partido con solo nueve jugadores, los dirigidos por Luis Enrique cayeron 2-1 en la ida de octavos de final de la Copa del Rey. Un gol de Lionel Messi les otorgó a los azulgranas el tanto de descuento, frente a un Bilbao que supo manejarse bien la primera mitad.
“Ha sido un partido como los anteriores en San Mamés, de fútbol de presión y de no dejarte salir desde atrás. Era algo que conocíamos y el Athletic ha sido fiel a su estilo y han aprovechado dos buenas transiciones tras pérdida para ponerse por delante”, expresó el estratega del Barcelona, Luis Enrique, añadiendo que sus pupilos generaron “ocasiones como para haber empatado el partido” durante el segundo tiempo.
Un cabezazo de San José fuera, a saque de córner, adelantó al minuto y medio el mejor arranque del Athletic, que asfixió en muchas jugadas la salida de balón visitante. Lo hacía a partir de un sorprendente 4-4-2, con Williams junto a Aduriz y Raúl García escorado a la derecha para ayudar a Bóveda y a Iturraspe en la profunda banda izquierda azulgrana con Jordi Alba y Neymar.
El primer gol de la tarde fue en una contra iniciada por San José que condujo Aritz Aduriz y remató de cabeza el ariete internacional en el segundo palo, tras apoyarse en Raúl García, que realizó un espléndido centro a su compañero desde la línea de fondo. No habían pasado tres minutos y el Athletic logró el segundo, con Inaki Williams para firmarlo. A poco de regresar de vestuarios, el Barcelona encontró aire con un golpe franco de Messi, en el 52′, que tocó pero no pudo despejar Iraizoz y acabó entrando.
Así, con dos jugadores menos, tras las expulsiones de Raúl García y Ander Iturraspe, ambos por doble amarilla, el Athletic consiguió salir vivo de un partido del que la afición de San Mamés se acordará mucho tiempo y el Barcelona inició el 2017 con una derrota.