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El campeón inició la defensa del título con un contundente victoria (6-2) ante el Betis en el Camp Nou, un escenario que Leo Messi convirtió esta tarde en el sitio de su recreo para divertir al público y divertirse él mismo goleando y asistiendo a sus compañeros, entre ellos Luis Suárez, autor del primer triplete de la temporada.
La versión más lúdica de la ‘Pulga’, a quien se vio disfrutar como un niño, apareció desde los primeros compases del partido, y al Barça se le puso el choque rápidamente de cara. Tan pronto como el crack de Rosario entró en contacto con el balón.
El primer tiempo dio la sensación de que el vigente campeón va a seguir siendo el favorito para ganar otra Liga y que el nuevo Betis de Gustavo Poyet, que encima perdió a Jonás por lesión a la media hora, aun le queda mucho caminó por recorrer.
El técnico uruguayo alineó hoy una defensa con tres centrales con el propósito de cerrar los pasillos interiores, pero el Barcelona lo machacó por las alas. En cuanto a Messi, si el ’10’ anda fino, no hay antídoto que valga.
Falto de agresividad -dejó jugar al Barça a placer sin hacer apenas faltas- y defendiendo demasiado atrás, al conjunto andaluz le costó un mundo salir a la contra. Y encima tuvo que sufrir una exhibición de Messi aun mayor en la segunda mitad.
El astro argentino a punto estuvo a punto de batir a Adán en dos ocasiones ante hacer su segundo gol de la tarde. Pero ese sería el quinto.
En el cuarto tanto local, Messi agarró un balón casi en el medio campo. Aceleró, paró, recortó a un defensa, levantó la cabeza y decidió asociarse con Arda que le devolvió el cuero cuando entraba por el flanco izquierdo del área. La ‘Pulga’ vio a Luis Suárez entrando en el segundo palo y decidió regalarle el gol para desatar el delirio en las gradas.
Otra tuvo Messi que le saco Adán y regaló una nueva ocasión a Digne que el meta bético también logró abortar. Lo intentó el ’10’ azulgrana en un par de lanzamientos de falta pero no estuvo afortunado.