Directamente se ven afectadas 13 familias, las cuales viven al borde de las aguas negras bajo riesgo de enfermedades y tragedias en tiempos de lluvias. Los conductores de la ruta de Pomona se ven afectados por las malas condiciones de la calle
Las aguas negras acompañadas de basura, mal olor y descuido de la vialidad aquejan a la comunidad de la calle 114 del barrio Los Andes, parroquia Manuel Dagnino, en Maracaibo. En los cauces de la cañada embaulada, las aguas fétidas fluyen entre los restos de cauchos, bolsas, desechos orgánicos y las ramas que los vecinos depositaron para indicar a los vehículos que es una zona de riesgo.
María Valero, miembro de la comunidad, se refirió a la quebrada como una zona peligrosa especialmente cuando llueve para las 13 familias que viven alrededor. El cauce con una extensión aproximada de un kilómetro fue atendido por la Alcaldía de Maracaibo hace siete años. En los trabajos embaularon la zona, cortaron tuberías de aguas negras y las comunicaron con la calle principal. Además, construyeron un canal con una reja para facilitar la circulación de agua, sin embargo, los residentes observaron con disgusto cómo la obra los perjudicó.
Aseguró que desde entonces las cloacas obstruidas son una constante y la basura se amontona progresivamente. En grupos organizados las familias mantienen el vertedero aseado, aunque el olor entra en las viviendas y enferma a los ancianos y niños.
Riesgos
A pesar de ser una calle con mucho movimiento, los vecinos se consideran olvidados por las autoridades municipales y regionales. La vía es parte de la ruta de los carritos de Pomona, por lo que a diario deben esquivar los escombros y los baches que se crean a causa del agua. En la calle empinada, los baches fueron rellenados con piedras y basura por los niños de la zona. Los pequeños recolectaron las piezas a petición del resto de los vecinos.
Los choferes al pasar una tras otro, exclaman su malestar hacia el corredor y la necesidad de una intervención. Cuando llueve el agua consigue arrastrar el relleno, carros, personas y los huecos siguen creciendo. María Ferrer, como prefirió identificarse, denunció que en años anteriores varias personas fueron arrastradas por la corriente en período de lluvia, siendo una de las víctimas fatal. Culpan al consejo comunal por no cumplir con sus obligaciones.
Pidieron a la Alcaldía de Maracaibo, la Gobernación del estado Zulia así como a los organismos competentes, tomar cartas en la problemática y garantizar la calidad de vida de los niños y ancianos que viven en el sector.