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“Los fans aman la película. Los críticos la odian. Qué desconexión más evidente. La gente solo quiere reírse y pasarlo bien”. Con estas palabras, Dwayne Johnson defiende la recién estrenada Baywatch, de las opiniones adversas de los entendidos.
La cinta de los Vigilantes de la Playa no tuvo buena acogida. Baywatch tiene una aprobación del 19 % en RottenTomatoes, un dato terrible cuando menos del 60 % ya es malo. Al enterarse, Johnson se apoyó en la respuesta de sus seguidores, para afirmar que a “los fans” les encanta la película, avalado con la puntuación del film en Cinemascore, web que reúne valoraciones de espectadores: B+ (notable alto).
A pesar de estas jugadas de la estrella, gran parte del público no picó el anzuelo. La adaptación, que llegó a los de Estados Unidos el pasado jueves 25 de mayo, para aprovechar el puente del Memorial Day (Día de los caídos), solo recaudó 18 millones de dólares en su primer fin de semana, un dato muy flojo para una producción de 70 millones, más la inversión en publicidad.
Puede que recupere lo invertido pero será un reto para la cinta de Paramount, que ahora necesita desesperadamente el mercado “internacional” para apuntarse un éxito y crear una franquicia. Lo cierto es que uno de sus productores, Beau Flynn, declaró que ya habían “pensado” en una idea para la secuela, que ahora no está nada clara.