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Venezuela aspira comenzar este año el proyecto de impresión de billetes de 500 y 1.000 bolívares, anunció una autoridad financiera, en medio de una desbordada inflación que erosiona el valor de la moneda cuyo billete de mayor denominación vale menos de un centavo de dólar en el mercado negro.
El Banco Central ya tiene en proyecto la emisión de nuevos billetes de 500 y 1.000 bolívares para ir hacia un cono monetario “más óptimo” que se adapte a la situación del país, indicó el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, en entrevista con The Associated Press.
Merentes dijo que en el Banco Central “queremos que sea este mismo año” que salgan las nuevas denominaciones de billetes, pero precisó que “no está todavía la fecha establecida ni se tiene el cono monetario establecido con las imágenes correspondientes”.
Venezuela enfrenta actualmente una galopante inflación que cerró el año pasado en 180,9%, la mayor del mundo. El acelerado avance de los precios ha llevado a los venezolanos a tener que acostumbrarse a andar en la calle con grandes paquetes de billetes para pagar desde un taxi hasta una comida en un restaurante o un mercado.
El presidente del Banco Central desestimó el impacto que puede generar entre los venezolanos que se salte de denominaciones de 100 bolívares a 500 bolívares y 1.000 bolívares, y dijo que se espera que la inflación disminuya porque habrá “menos circulante en billetes”.
A pesar de la compleja crisis económica que enfrenta Venezuela por la caída de más de 50% de los precios del petróleo, que financia cerca de 94% de los ingresos que recibe el país por exportaciones, Merentes se mostró optimista y dijo que espera que la balanza de pagos y las reservas internacionales puedan comenzar a recuperarse a finales de año gracias al “aumento de la capacidad productiva y el aumento de las exportaciones”.
A finales de la semana pasada las reservas internacionales registraron una caída de 1.543 millones de dólares debido al pago del vencimiento de un bono global más intereses. La amortización de esa deuda llevó las reservas a 13.501 millones de dólares, el nivel más bajo desde hace 17 años.
El funcionario admitió que del total de posiciones en divisas del país “unos 4.000 millones de dólares” corresponde a “reservas líquidas” y el resto es “oro monetario” y otras posiciones.
Para lograr el equilibrio en la balanza de pagos Merentes dijo que se irá este año a una reducción de las importaciones que podrían descender alrededor de 40% al igual que el año pasado. “Van a seguir cayendo alrededor de eso (40%), un poco más”, agregó.
Las importaciones no petroleras cerraron el año pasado en 22.162 millones de dólares mientras las importaciones petroleras fueron de 5.816 millones de dólares, según cifras provisionales del Banco Central. Para el 2014 las importaciones no petroleras fueron de 36.677 millones de dólares y las petroleras alcanzaron los 10.831 millones de dólares.