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Los abastos bicentenarios de Caracas ya no venden alimentos o productos regulados. En su defecto ahora ofertan juguetes, ropa, herramientas y útiles escolares, de acuerdo a un trabajo publicado por El Estímulo.
De hecho, a través de los parlantes de estos supermercados se puede escuchar: “Le informamos a nuestra distinguida clientela que no tenemos productos regulados de la cesta básica”.
Todo esto ocurre luego de que el presidente Nicolás Maduro denunciara en cadena nacional el pasado 17 de febrero que “Abastos Bicentenario se pudrió y fue penetrado por la corrupción”, anunciando así que a partir de ese momento se aplicaría una reestructuración de la red estatal, que consistía en que estos servirían como centros de acopio para la distribución de las “bolsas solidarias” de los llamados Clap.
Según el trabajo periodístico, los artículos encontrados superan las posibilidades de compra de un trabajador que gane 15,051,15 bolívares mensual. Por ejemplo, en el Bicentenario ubicado en Terrazas del Ávila, se pueden observar en los anaqueles hornos microondas marca LG con un valor de Bs. 151.000, los cuales “los clientes ni miraban”.
Asimismo en los pasillos repletos de juguetes, hay carros convertibles con un valor de 71.338 bolívares y bicicletas a 30.233 bolívares.
En cuanto a alimentos, apenas se dejan observar algunas latas de atún en varias presentaciones desde 750 bolívares, la lata más pequeñas. Por su parte, la pasta “100 % producción nacional” según el empaque, tiene un valor de 1.117 bolívares el kilo.
“El gobierno cobra esta pasta carísima que es hecha con el maíz nacional, pero a las empresas privadas que fabrican la pasta con trigo importado se la regula a 15 bolívares el kilo, por eso es que no hay”, comentó una señora de la tercera edad.
En la sucursal de Plaza Venezuela, venden algunos productos de la cesta básica pero no a precios regulados. Un kilo de arroz cuesta 500 bolívares, el cual según la Superintendecia de Precios Justos tiene un valor de 120 bolívares. Cabe destacar que este producto se consigue en el estado Zulia hasta en Bs. 1.700.
“Hay mucha ropa y muy poca comida. La gente lo que tiene es hambre, no hay plata para paveo”, sentenció un cliente de nombre Luis Vegas.