El Boca Junior sacó sus rachas negativas y se coronó campeón de la Supercopa Argentina
La cuarta fue la vencida para Boca Juniors: tras perder las tres últimas finales que disputó, se alzó el jueves con la Supercopa 2018 del fútbol argentino al superar 6-5 a Rosario Central en una dramática definición por penales, tras igualar 0-0 en Mendoza.
El arquero Esteban Andrada desvió el remate de Fabián Rinaudo, el sexto de Central, con ayuda posterior del travesaño, y Carlos Izquierdoz convirtió con un potente disparo, el definitivo, para darle al “Xeneize” su primer título bajo la conducción del técnico Gustavo Alfaro.
Previamente para Boca habían convertido desde los 12 pasos Benedetto, Tevez, Pavón, Villa y Julio Buffarini. Y para Central el paraguayo Néstor Ortigoza, Leonardo Gil, el chileno Alfonso Parot, Fernando Zampedri y Matías Caruzzo.
La consagración supone un alivio para un Boca aún con la herida abierta por la final de Copa Libertadores perdida ante su clásico rival River Plate en diciembre del año pasado en Madrid.
El “Xeneize” cortó así una racha de tres caídas consecutiva en finales, además de la Libertadores 2018, las Supercopas 2015 y 2018, esta última también ante el “Millonario”. Es la primera vez que el conjunto “auriazul” gana la Supercopa argentina luego de tres finales perdidas.
Boca, campeón de la Superliga 2017-2018, partió como claro favorito ante Central, ganador de la Copa Argentina 2018, en el estadio Malvinas Argentinas, debido a la mayor jerarquía de sus nombres y los buenos resultados obtenidos en lo que va de 2019.
En contraposición, Central, de un total de 19 partidos disputados este año, apenas había ganado dos, con siete empates y 10 derrotas. Además, fue eliminado en la primera fase de la Copa Libertadores y en 32avos de final de la Copa Argentina. Debido a sus pobres campañas, su actual técnico Diego Cocca es el tercero que se sienta en el banquillo en apenas dos meses y medio.
Sin embargo, el “Canalla” le hizo partido al “Xeneize” y logró su objetivo de mínima, llegar a la serie de penales, definición que se convirtió en su especialidad en la Copa Argentina que obtuvo en diciembre.
Boca tuvo un mejor arranque, tomando la iniciativa y generando cuatro tiros de esquina a favor en los primeros 12 minutos de juego, mientras Central resistía y apostaba al contraataque y a la pelota parada.
De todas formas, el “Xeneize” no logró generar situaciones francas de gol en esa primera etapa. Apenas una jugada de “carambola”, que el colombiano Sebastián Villa casi manda a la red.
La más clara en los primeros 45 minutos fue generada por un remate desde fuera del área del juvenil “canalla” Rodrigo Villagra, que requirió de una brillante volada del arquero Esteban Andrada.
En contraposición, el portero “xeneize” cometió una pifia al tratar de despejar con los pies, cuando la pelota rebotó en el rostro de su compañero Carlos Izquierdoz, que el propio Villagra no supo aprovechar pese a que la valla estaba desguarnecida.
El complemento se jugó prácticamente en su totalidad en campo de Central. En particular, a partir del ingreso de Carlos Tevez, quien volvió de una lesión y reemplazó a Emanuel Reynoso, primero, y de Cristian Pavón, en lugar del lesionado Mauro Zárate, después, Boca fue inclinando la cancha hasta acorralar a su rival.
Así, el conjunto de Alfaro acumuló méritos suficientes para ganar el encuentro durante los 90 minutos: tuvo las ocasiones más claras, incluido un total de tres tiros en los palos.
A los 83, se dio una jugada infrecuente y polémica: un remate de Pavón pegó en el travesaño y la pelota picó de tal forma que dio la impresión de haber cruzado entera la línea de gol, el VAR aún no ha sido implementado en Argentina, y el rebote derivó en un disparo de Darío Benedetto que dio en el poste derecho del arquero Jeremías Ledesma.
El partido terminó con Central refugiado atrás y feliz de haber extendido la final hasta la tanda de penales. Y con Boca frustrado por el mismo motivo. Un rato después, le tocó festejar al “Xeneize” en base a la efectividad de sus ejecutantes y a los reflejos de su arquero Andrada, a la postre el héroe de una noche dramática.