Boliburgueses vs Escuálidos

Ser capitalista es ocupar un puesto no simplemente personal, sino social en el proceso de la producción. El capital es un producto colectivo

Karl  Marx,  con una posición reduccionista definió la moneda como una ilusión, un fenómeno social, que le da un valor natural a las cosas, que se cambian en proporciones determinadas, alterando las relaciones sociales con el fin de intercambiar sus productos, lo cual los incapacita de controlarlos y dirigirlos. Resume: “la producción rige al hombre y lo enajena”. 

Irónicamente, para los comunistas boliburgueses, en la primera parte de su discurso del manifiesto “Burgueses y Proletarios”  dice lo siguiente:

“Ser capitalista es ocupar un puesto no simplemente personal, sino social en el proceso de la producción. El capital es un producto colectivo y no puede ponerse en marcha más que por la cooperación de muchos individuos y aun cabría decir, que en rigor esta cooperación abarca la actividad común de todos los individuos de la sociedad. El capital no es pues un patrimonio personal, sino una potencia social”.

Adam Smith afirmaba: “Al buscar su propio interés, el hombre a menudo favorece el de la sociedad, mejor que cuando realmente desea hacerlo”. Contra restricciones mercantilistas del Estado y por la libre competencia entre los productores e industriales de su época decía, que el capitalismo es una mano invisible que convierte sus esfuerzos en beneficios para todos, mueve sus dedos con una sola idea: hacer eficientes tanto los medios como lo modos de producción, con un proceso efectivo que convierte la inversión privada en riquezas  de interés individual para el bien colectivo.

Aseguraba que el Estado debe abstenerse de participar en la economía, motivar la libre participación individual, debido a que un interés propio, tiende sin lugar a dudas a desenvolverse bajo la premisa de una responsabilidad particular, con un interés social de producir bienes de uso masivo. 

A cada paso el hombre necesita de la ayuda de sus semejantes y es inútil que la espere tan sólo de su benevolencia; le será más fácil obtenerla si puede interesar a su favor el amor propio de aquellos a quienes recurre”.

“No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados”.

Además de comulgar con la idea económica del individuo, comulga con la idea espiritual de la sociedad, pues motiva al individuo, principalmente aquel que no siendo muy bondadoso, se preocupa por el bienestar propio e indirectamente por el de los demás.

Visited 2 times, 1 visit(s) today