El gobierno boliviano, encabezado por el presidente Luis Arce, expresó su apoyo a Nicolás Maduro, afirmando que respeta la “decisión soberana” del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que lo proclamó vencedor en las elecciones del 28 de julio.
A través de su cuenta en la red social X, Arce defendió el principio de autodeterminación de los pueblos y reafirmó el rechazo a cualquier intento de injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia también se unió a este pronunciamiento, expresando que Bolivia saluda y respeta la “decisión soberana”.
El exmandatario Evo Morales también felicitó a Maduro e indicó que el pronunciamiento del TSJ fue “claro, definitivo e inapelable”.
En contraposición, el expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga calificó la validación del TSJ como un “golpe de togas contra la soberanía popular en Venezuela”.
Mientras tanto, varios gobiernos de la región, incluyendo Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, manifestaron su desacuerdo con la posición de la justicia venezolana respecto a los recientes comicios, cuestionando la independencia e imparcialidad del fallo del TSJ.
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