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Diputados opositores al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijeron hoy que el contrabando a Brasil, Colombia y a países del Caribe es un síntoma del modelo económico estatal y desestimaron que se reduzca con el cierre de una faja de la frontera colombiana.
El Gobierno de Maduro “está atacando los síntomas y no las causas de una enfermedad” que es su sistema económico “estatista que combate” la producción nacional y privilegia la importación, declaró a la emisora Unión Radio el diputado Julio Borges.
La gestión de Maduro, según el coordinador nacional del partido Primero Justicia (PJ), “destruyó” el aparato productivo nacional y por ello levantó los aranceles para la importación de alimentos, los que se venden a precios subsidiados y “se fugan no solo a Colombia, sino también a Brasil y a otros países del Caribe”.
Con ello, aseguró Borges, Venezuela vive “una enorme” carestía y “un gran” desabastecimiento, “y una de las cosas que el Gobierno tiene que aceptar es que su modelo no da para más y comenzar a privilegiar promover la iniciativa privada”.
El contrabando, recordó, incluye la gasolina, que en Venezuela registra el precio más bajo del mundo, al punto de que el depósito de 50 litros de un vehículo de pasajeros se llena con medio dólar, considerando la cotización de 6,30 bolívares por dólar, la tasa oficial más baja del control estatal de cambio en vigor desde 2003.
En el “mercado negro” la divisa estadounidense ha superado, a su vez, los 700 bolívares por dólar, “y así los pescadores prefieren vender sus tanques de la gasolina en alta mar y si logran pescar algo prefieren vender esa pesca fuera de Venezuela”, agregó Borges.
Con el cierre de la frontera con Colombia, que Maduro decretó hace dos semanas, “lo que quiere es tapar la crisis y dar la impresión que está haciendo algo” para paliar la crisis económica, pero en realidad “está generando un problema sobre otro problema”, sostuvo.
Por su parte, el diputado Julio Montoya, asimismo del partido de Borges, al que también pertenece el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, dijo que la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) estima una inflación acumulada este año del 103,6 por ciento.
“Nuestros técnicos calculan que en este momento la inflación se encuentra en 103,6 por ciento y todo apunta a que este año terminaremos, con el último cuatrimestre que nos falta, con una inflación de 188 por ciento”, afirmó.
Montoya aseguró que la economía venezolana refleja “una catástrofe general” y criticó que el Gobierno y el Banco Central de Venezuela (BCV, emisor) no difundan cifras de los indicadores macroeconómicos.
El BCV no ha actualizado las cifras de la inflación durante 2015. A principios de año informó de que se sitúo en el 68,5 por ciento en 2014 y que durante los primeros tres trimestres de ese año el producto interior bruto (PIB) registró una contracción del 4 por ciento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó a mediados de julio que Venezuela registrará una tasa de inflación superior al 100 por ciento en 2015 y pronosticó una contracción de su economía del 7 por ciento en el marco de una política macroeconómica que considera “insostenible”.
“El BCV nos escondió en 2014 que decrecimos 4 puntos, siendo la única economía en América Latina que decreció el año pasado, pero lo más lamentable es que están ocultando que en el noveno mes ya vamos casi por 7 puntos negativos de crecimiento económico, lo cual indica que terminará este 2015 con casi 10 puntos porcentuales”, aseveró Montoya.
En cuanto a los porcentajes del desabastecimiento, el diputado dijo que los técnicos de la MUD lo sitúan en el 50 por ciento en los alimentos, 45 por ciento en medicinas y 60 por ciento en repuestos, “tanto para línea blanca como para el sector automotor”.