
El otro bote de agua, aunque es más pequeño y de mineral blanco, nace en la avenida 12, en el estacionamiento del desaparecido Ministerio de Transporte y Obras Públicas
A pocas horas de la Bajada de la Virgen, las inmediaciones de la Basílica son atravesadas por las aguas negras. Los transeúntes brincan de un lado a otro para no ser chispeados y contienen la respiración para evitar la hediondez que inunda el ambiente.
El primer afluente nace en la calle 14A entre las Torres del Saladillo y el centro comercial Chinita y se extiende hasta la avenida Libertador, frente al centro comercial La Redoma. Son cuatro cuadras de mal olor y de peripecias para llegar de un lado de la acera a otro.
Las aguas negras vienen de un colector colapsado por las recientes lluvias. Duvis Vergara, vecino de Las Torres, explicó que el colapso comenzó el pasado fin de semana. Silfrido Casanova, un comerciante y también habitante de los edificios, aseguró que el pasado miércoles los trabajadores de Hidrolago fueron hasta el sitio “metieron una manguera, pero no solucionaron nada”.
El otro bote de agua, aunque es más pequeño y de mineral blanco, nace en la avenida 12, en el estacionamiento del desaparecido Ministerio de Transporte y Obras Públicas, frente al centro comercial La Biblia. De un pequeño tubo sale agua que llega hasta el frente de la plazoleta del templo de la Reina Morena.
Los transeúntes y feligreses exigen a las diferentes instancias de Gobierno y a Hidrolago, que solucionen el problema antes de la Bajada.