Brasil declara emergencia social por éxodo de venezolanos

 La fuerte crisis económica que se vive en Venezuela obliga a miles de venezolanos a cruzar la frontera hacia Brasil, por la falta de medicamentos y alimentos producto de la escasez, lo que tomó por sorpresa a las autoridades brasileñas

El gobierno regional de Roraima, estado amazónico brasileño en la frontera con Venezuela, declaró el estado de “emergencia social” para intentar atender la crisis provocada por el elevado número de inmigrantes venezolanos que recibieron en los últimos meses.

Vivir hacinados, mendigar o limpiar cristales en los semáforos es el precio que tienen que pagar para sobrevivir. En este último semestre recrudeció el hambre producto de la crisis política, económica y social que vive el país.

La mayoría de los emigrantes viajan a pie, el primer puerto de entrada es el pueblo fronterizo de Paracaima, en el estado brasileño de Roraima. Muchos de los venezolanos que buscan albergues en esa localidad provienen de la comunidad de indígenas Warao, quienes llegan a buscar comida, servicios médicos y trabajo.

El repentino incremento de refugiados que entran al noroeste de Brasil causó una crisis humanitaria, una muestra son los gimnasios de escuelas públicas ahora convertidos en centros de ayudas.

Emergencia social

Un teniente del departamento de bombero de Boa Vista, en declaraciones recientes para AP, comentó que decidieron crear un lugar llamado “centro de referencias para inmigrantes”, donde alimentan y verifican las condiciones sanitarias de la gente.

En los primeros meses de este año hubo más solicitudes migratorias para obtener estatus de refugiados por parte de venezolanos que en todo el 2016, la ley brasileña les permite trabajar legalmente hasta que su solicitud esté debidamente procesada.

“Queda declarada la situación de emergencia social en el estado de Roraima debido al gran flujo migratorio de extranjeros venezolanos que carecen de cualquier medio de sustento y que ingresan a Brasil por la frontera con el estado de Roraima”, según el decreto firmado por la gobernadora Suely Campos.

Campos le atribuyó el “intenso proceso de inmigración” por el que Roraima recibió a cerca de 30 mil venezolanos en los dos últimos años, a la grave “crisis socio-económica de Venezuela”.

Pedir el estatuto de refugiado es el único comodín que les queda a los inmigrantes venezolanos ya que no pueden acogerse en este momento al acuerdo sobre Residencia de Naciones de los Estados parte de los acuerdos del Mercosur, pues el país está suspendido del bloque regional, tras incumplir con las obligaciones asumidas en el protocolo de adhesión. 

 

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