Eduardo Bauermann, del Santos, es uno de los más perjudicados por aceptar $ 10 mil por dejarse expulsar en un encuentro contra el Botafogo
El fútbol brasileño se encuentra en el medio de un escándalo cuyos límites aún se desconocen después de que una investigación, mediáticamente conocida como Operación Penalidad Máxima, avanzara sobre el funcionamiento de la mafia de apuestas deportivas y que involucra a varios futbolistas profesionales.
Un tribunal del estado de Goiás aceptó la denuncia de la Fiscalía contra 16 investigados por participar en la manipulación de los resultados. Entre ellos figuran siete futbolistas: Eduardo Bauermann (Santos), Igor Cariús (Sport), Víctor Ramos (Chapecoense), Paulo Miranda (Náutico), Fernando Neto (Sao Bernardo), Matheus Gomes (Sergipe) y Gabriel Tota (Ypiranga).
Después de los primeros allanamientos y órdenes de arresto, la prensa brasileña filtró los chats que se consiguieron de algunos de los teléfonos secuestrados, según reseñó Infobae.
En las conversaciones, uno de los futbolistas que más expuestos quedó es Bauermann, quien habría aceptado un pago de 50 mil reales ($ 10 mil) a cambio de recibir una tarjeta amarilla en el duelo frente al Avai el 5 de noviembre de 2022.
Sin embargo, este no cumplió con su palabra, y, para compensar al apostador, prometió hacerse expulsar em el siguiente encuentro contra el Botafogo, promesa que incumplió de nuevo y fue amenazado de muerte.
Mensajes entre el jugador y el apostador
Dicho encuentro terminó y Bauermann fue expulsado al concluir dicho juego, por lo que para la casa de apuestas, esa roja no contó, motivo por el cual el apostador se enfadó y le envió varios mensajes.
“¿Qué hiciste con tu vida, hermano? ¿Para qué te pagaron, hermano? Vas a pagar por todas mis pérdidas, hermano”, amenazó la persona que jugó fuertemente en las casas de apuesta por la expulsión del jugador.
“Te pagué, confié en ti y me deshonraste otra vez, hermano. No funcionó porque no escuchas a los demás. Era un maldito codazo, una bofetada en la cara de un rival. Eso era todo y no lo hiciste porque no quisiste. Pero esta vez tú lo resolverás, vas a arreglar que pague todo”, prosiguió.
Según la investigación del Ministerio Público brasileño, Bauermann había hablado con varios de sus compañeros (Dadá Belmonte e Igor Cariús), para que también se hicieran amonestar y así el apostador ganaría cerca de 800 mil reales ($ 161 mil).
La respuesta del brasileño de 27 años fue: Perdóname, hermano. Hice lo acordado, sin embargo, desconocía la regla (de que la expulsión no sería convalidada en la apuesta si ocurría después del pitazo final). Quiero resolver esto porque soy un padre de familia, tengo una esposa embarazada y dos niños pequeños”.
“Quiero resolver esto para quitarte esta carga de tus cuentas y las mías, porque debes pensar que estoy tranquilo, pero no lo estoy. Pido un préstamo en el banco, no tengo idea de a quién, pero trato de ver a alguien para pedir prestado. Solo quiero resolverlo”, continuó el jugador.
Después de semejante escándalo, Eduardo Bauermann fue separado del plantel del Santos mientras la causa avanza. A su vez, Fluminense, Cruzeiro y Athletico Paranaense, clubes de la primera división de la Liga en Brasil, separaron provisionalmente este miércoles a jugadores investigados por supuestamente haber recibido sobornos de la mafia.
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