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Concepción. Dunga volvió a la selección de Brasil para levantar a un equipo con la psiquis arruinada por la humillación en las semifinales del Mundial. Después de ser eliminado por Paraguay en la segunda ronda de la Copa América, la Verdeamarela se despide de Chile con más dudas que respuestas y una preocupante dependencia de su estrella Neymar.
Sin personalidad ni temple, Brasil es la sombra de aquellos pentacampeones.
Brasil volvió a comprobar en su propia piel que necesita de forma urgente buscar alternativas a Neymar, pues sin su principal jugador, el juego se ha resentido, ha perdido profundidad y competitividad.
El veterano Robinho y Philippe Coutinho se quedaron cortos en la tarea de cargar el ataque brasileño, sin ideas en la creación y anémico en la definición.
Si jugadores como Fred y Hulk quedaron a deber en el Mundial, nuevas promesas como Douglas Costa y Firmino, tampoco parecen ser la solución.
“Brasil ha tenido selecciones fantásticas y estuvo 40 años sin ganar una Copa América. Vinimos sin jugadores con mucha experiencia, que hubieran sido importantes. Venir sin esos jugadores es perjudicial”, dijo Dunga.
Adiós al jogo
En Chile la verdeamarela no mostró su ADN, al parecer perdió la memoría de su reputación futbolística. Brasil siempre se caracterizó por llevar la iniciativa, mandar en el ritmo del partido, saber qué quería en el campo y ejecutarlo, pero en esta Copa América eso no se evidenció.
“Tenemos que pensar en el fútbol brasileño, no se puede dejar de notar que muchas selecciones mejoraron”, apuntó el Dunga. “Tenemos que trabajar mucho. Sabíamos que teníamos que mejorar”.
De cara a esas eliminatorias, que se plantean como un objetivo para nada fácil para los brasileños, el estratega también ha recopilado un puñado de dudas.
La posición de delantero es la más acuciante. Diego Tardelli no vio puerta y su sustituto, Roberto Firmino, sólo logró marcar un tanto.
En la defensa Brasil también surgen dudas. David Luiz perdió la titularidad por sus errores y Thiago Silva sigue perdiendo la cabeza en lo momentos importantes.
Pero la mayor preocupación para Dunga es la falta de creación de juego. Con un centro del campo con puro músculo, ningún jugador aportó dinámica, toque, al fútbol de la Canarinha. Se les olvidó el “jogo bonito”.
2 ediciones consecutivas de Copa América tiene Brasil quedando fuera de los cuatro primeros puestos, no pasaba desde 1939-1941, torneos en los que no participó