Yulimar
Yulimar Rojas, de 20 años, alumna del multicampeón mundial cubano Iván Pedroso, se erigió hoy en la campeona mundial de triple salto más joven de la historia de los Mundiales bajo techo y dio a Venezuela la primera medalla de la historia.
Un sólo salto válido, el segundo, pero de 14,41 metros, le bastó para conseguir su primer gran éxito universal.
Adiestrada por Pedroso desde el otoño pasado en Madrid, donde ha logrado éste invierno sus mejores marcas del año (14,69 y 14,63 en competiciones distintas), Rojas, campeona sudamericana en 2015, llegó a Portland como favorita pese a su juventud e inexperiencia.
Pedroso conoció a la atleta caraqueña por medio de las redes sociales y la invitó a trabajar en España.
Después de probarse en salto de altura y en longitud, Rojas apenas lleva dos años entrenando el triple y su técnica lo acusa, pese a los esfuerzos del cubano -cinco veces campeón mundial de longitud bajo techo- por pulir sus defectos en la carrera de aproximación a la tabla y en el talonamiento.
Pero las facultades de la única atleta venezolana en estos campeonatos son tan asombrosas que en su único salto válido tomó la delantera en la final y nunca se sintió amenazada por sus adversarias.
La alemana Kristin Gierisch, segunda en el ranking mundial del año con 14,29, mejoró aquí un centímetro y se alzó con la medalla de plata. Tras despedirse con un nulo, se abrazó llorando a su entrenador. La griega Paraskevi Papahristou completó el podio con 14,15.
En ausencia de la colombiana Caterine Ibargüen, campeona mundial al aire libre e invicta desde la final olímpica de Londres 2012, el atletismo latinoamericano ha encontrado en Yulimar una nueva joya, un diamante todavía sin pulir que en un futuro próximo aspira a disputar la hegemonía mundial a la colombiana.