Todo parece indicar que la reunión entre el receptor abierto Antonio Brown y el dueño de los Steelers de Pittsburgh, Art Rooney, dio como resultado que el receptor abierto dejará al equipo, tal como lo había solicitado
Aunque no hay todavía ningún informe oficial de las conversaciones que sostuvieron ambas partes, Brown escribió en sus redes sociales que “ambos estuvimos de acuerdo en que es hora de seguir adelante”.
Fuentes de la liga indican que los Steelers acordaron trabajar en un posible traspaso, pero Brown y su agente Drew Rosenhaus no tienen permiso para hablar con otros equipos.
Desde la semana pasada se dio a conocer que el jugador y el equipo se reunirían en Florida para discutir la situación de enfrentamiento que ha crecido desde la temporada baja.
La polémica inició a finales de año cuando Brown se mantuvo fuera del final de la temporada después de no presentarse a algunos entrenamientos y reuniones del equipo.
Posteriormente, Brown ha tratado de forzar su salida de los Steelers usando varios recursos.
Durante el fin de semana, Brown lanzó veladas acusaciones tanto al mariscal de campo de los Steelers, el veterano Ben Roethlisberger, como al entrenador en jefe Mike Tomlin.
El lunes, en otra de sus redes sociales, solicitó a los equipos con la capacidad de ofrecerle un contrato con dinero garantizado, “que me llamen”.
En caso de que los Steelers decidan conceder a Brown su petición de salir del equipo, dejarían un tope masivo de 21,12 millones de dólares en dinero muerto.
A Brown se le adeuda una bonificación de 2,5 millones de dólares para el 17 de marzo, lo que significa que si se lleva a cabo un traspaso, es probable que el equipo de Pittsburgh deba hacerlo antes de esa fecha.