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A pesar de que Venezuela encabeza la lista de los más altos índices de inflación de los últimos tres años, y las cifras de aumento de precios al consumidor han sido de al menos dos dígitos desde que se puso en marcha el proyecto de la reconversión monetaria, fue en 2008 que se efectuó la última actualización en la familia de billetes y monedas. Una situación que no hace más que acarrear problemas logísticos para la banca, usuarios y comercios.
El billete de 100 bolívares en solitario solo es útil para las transacciones más sencillas. Su poder adquisitivo alcanza para dos caramelos, un pasaje en un bus o carrito por puesto, una caja de fósforo o dos panes sencillos. De acuerdo con la calculadora de inflación de la consultora Econométrica, el papel que tiene impresa la cara del libertador Simón Bolívar, al momento de su emisión durante la reconversión monetaria, en enero de 2008, tiene el mismo poder de compra de 11 mil 783,90 bolívares en agosto de este año.
Para pagar los productos más esenciales en efectivo, se requieren gruesas pacas de billetes de la mayor denominación. Solo para comprar un kilo de harina de maíz precocida importada, cuyo precio se sitúa en alrededor de mil 700 bolívares, un venezolano debe tener al menos 17 piezas de 100 bolívares, el de mayor valor del cono monetario.
Nuevas piezas
La posible emisión de nuevos billetes en el cono monetario venezolano por parte del Banco Central de Venezuela toma cada vez una forma más clara. A pesar de que no se ha efectuado un anuncio oficial, todo parece apuntar a que los billetes de 500, mil, cinco mil y 20 mil bolívares aparecerán a final de año afirma José Grasso Vecchio, presidente de Consultores ICG. “El de 100 bolívares se ha quedado corto con las necesidades y los ajustes de precios. Genera una serie de costos muy grandes no tener billetes de más alta denominación”.
La medida abarataría costos y haría el sistema más eficiente, explica el experto en banca. El mejor ejemplo son los cajeros automáticos, que podrían contar con mayor disponibilidad de billetes a toda hora, pues los costos de almacenamiento, traslado y recarga de los papeles en este momento es “tremendo” por los grandes volúmenes que se debe manejar.
El reto para el país es el control de la inflación, reitera el economista. “El mejor aumento de salarios, el mejor ajuste para todos es el control de la inflación. Los billetes vienen es a reconocer una realidad. Tú has tenido unas presiones inflacionarias y el billete de 100 ya no es suficiente y viene un billete nuevo. El billete ni combate ni acelera la inflación”.
Billetes importados de EEUU
El Banco Central de Venezuela otorgó la mayor parte del contrato para imprimir los nuevos billetes de mayor denominación a Crane Currency, una impresora de valores estadounidense, afirmaron fuentes que participaron en las negociaciones al diario The Wall Street Journal. La empresa británica De La Rue también tendrá un rol en la entrega de nuevos billetes de hasta 20 mil bolívares en diciembre. Crane producirá los nuevos papeles de 500 y mil bolívares. El primero tendrá las mismas características de seguridad de los billetes de 100 dólares, a pesar de valer 35 centavos de dólar al cambio paralelo.