Cabimas está sedienta

A los cabimenses la compra del agua potable a los cisternas no solo es una tortura. (Foto: Archivo)

La avería del motor de un equipo de bombeo en Pueblo Viejo, dejó sin agua por tuberías al 70 por ciento de la población en Cabimas, que en total son al menos 300 mil habitantes. La situación tiene mes y medio

La avería del motor de un equipo de bombeo en Pueblo Viejo, dejó sin agua por tuberías al 70 por ciento de la población en Cabimas, que en total son al menos 300 mil habitantes. La situación tiene mes y medio. El tanque de almacenamiento de la estación F-7 recibe 800 litros por segundos, de los cuales 500 tiene que redireccionar a Santa Rita. 

El malestar en la población es notorio. El abastecimiento del líquido es a través de camiones cisternas, y su costo ronda por los dos mil bolívares (camión completo) y 60 la pipa. Precios, que por cierto, "violan la ordenanza municipal que estipula uno inferior". 

Jesús Camacaro, director de Protección Civil en Cabimas, advirtió que “el motor ya está reparado pero no hay orden firmada que permita el retiro en la empresa que corrigió la falla. Obviamente, los 300 litros por segundos que llegan a Cabimas no permite que todas las zonas reciban el servicio por tuberías. Donde siempre hay fallas se presenta escasez y donde llega habitualmente presenta fallas. No hay suficiente líquido para distribuir a las nueve parroquias. La molestia es perenne y con mucha razón”.

Los planes de contingencia son nulos. Tampoco hay una supervisión y control en la distribución del líquido por tuberías. ¿Los afectados? Los usuarios. José Albornoz, habitante de la calle Mara, de la parroquia Carmen Herrera contó su odisea durante la escasez de agua. “El agua la reutilizó. No botamos la que usa mi esposa para enjuagar la ropa cuando lava. La utilizamos para lavar los baños y lavar los pisos, echarle agua a las matas y así sucesivamente para no utilizar la del tanque. Resulta difícil comprar un camión cada semana. Pega duro en el bolsillo”. 

A los cabimenses la compra del agua potable a los cisternas no solo es una tortura. La de botellón cuesta 50 bolívares. “Aquí hacen lo que les da la gana porque sencillamente no hay Gobierno que atienda las necesidades del pueblo”, dijo René Castillo, del sector 5 de Los Laureles. 

Visited 1 times, 1 visit(s) today