Cabrera vuelve a ser una amenaza jonronera

Miguel Cabrera trataru00e1 de cargar con sus Tigres a la Serie Mundial. (Foto: )

La fuerza de Cabrera, a sus 32 años, sigue intacta. De acuerdo con Statcast, el maracayero lideró el joven circuito en velocidad promedio de conexiones en 2015, con 95.1 millas por hora 

Por el cúmulo de problemas físicos que afectó a Miguel Cabrera en los últimos dos años, su cantidad de jonrones disminuyó drásticamente. Si se unen sus cuadrangulares entre 2014 (25) y 2015 (18), la cifra total (43) no alcanzaría los 44 que logró en 2012 y 2013. Pero hay razones para pensar que el número de vuelacercas podría aumentar en un corto plazo.

En primer plano, "Miggy" finalmente está saludable. Llegó al Joker Marchant Stadium, el complejo de entrenamiento de los Tigres de Detroit en Florida, y de inmediato impresionó con su primera práctica de bateo, soltando batazos a 400 pies de distancia.

"Puedo decir que pienso que el poder volverá este año. Lo quiero de vuelta", dijo Cabrera días antes del inicio formal del spring training. "Pero tú no buscas jonrones, buscas buen contacto y tratar de ser consistente. Si intentas llevar la bola a los callejones, esos largos batazos vendrán".

Si hay algo que el slugger ha hecho es darle bien a la bola. Su promedio de bateo en bolas puestas en juego (BABIP, por sus siglas en inglés) fue el más alto en la Liga Americana en 2015, un elevado .384. Ese registro demuestra, en parte, que nunca dejó de ser productivo pese a sus lesiones.

Buen indicio

Hay una estadística vital para mostrar que la fuerza de Cabrera, a sus 32 años, sigue intacta. De acuerdo con Statcast, el maracayero lideró el joven circuito en velocidad promedio de conexiones en 2015, con 95.1 millas por hora (153.0 Km/h). Únicamente, Giancarlo Stanton (99.1 Mph o 160.0 Km/h) evitó que comandara las Mayores.

Una de las causas por las que Miguel paró de soltar tantos bambinazos, con el gran argumento de las lesiones, es que levantó menos la pelota progresivamente desde el final de 2013. Haciendo una comparación entre aquella temporada y la pasada su porcentaje de elevados bajó de 37.4 a 32.7 y su relación de jonrones por flies mermó de 25.4 a 15.8.

Lo que puede ser una señal de rápidos ajustes, por parte del inicialista, es que el año anterior se valió más que nunca de todo el terreno. Jamás en su carrera había conectado tantos batazos hacia la banda contraria. En 2015, 33.5 % de sus impactos cayeron en el jardín derecho, 30.7 % en el central y 35.8 % en el izquierdo.

Pero ahora, completamente saludable, Miguel Cabrera debería acechar nuevamente la barrera de los 40 vuelacercas, a fin de alargar el liderato entre peloteros venezolanos y acercarse cada vez más a los 500, marca de la que aún se distancia por 92 estacazos de vuelta completa.

Visited 4 times, 1 visit(s) today