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La Policía arrecia los procedimientos. En Maracaibo, Lagunillas y Cabimas ultimaron a cuatro delincuentes. A todos los buscaban por robo de vehículos, motos y el asesinato de un oficial de la Policía regional.
A Joel Antonio Polanco Olivo lo sorprendieron el pasado miércoles en la noche en la calle 82B del sector Valle Claro, parroquia Raúl Leoni, cuando robaba una motocicleta Empire, modelo RK blanca. El delincuente al momento del asalto, portaba un revólver calibre 38 y disparó contra los detectives de la Policía científica, estos lo hirieron y murió en el hospital.
A las 12 de la medianoche. los funcionarios de la Policía regional encontraron la guarida de Alejandro Sosa Azuaje, de 28 años, alías el “Wilmito”, a quien buscaban por su participación en el asesinato de Carlos Briceño, funcionario de Polilagunillas, en abril de 2015.
En la calle 7 del sector Punta Gorda de Cabimas, el sospechoso se enfrentó a las comisiones y murió mientras buscaba escapar.
Al “Wilmito” lo buscaban por robo y hurto de vehículos. Le incautaron una pistola calibre 32 milímetros.
Los operativos no cesaron. Al amanecer, Polilagunillas agarró a Alexánder Gregorio Medina Biarreta, alias el “Pala”, en la avenida 51 entre carreteras P y O. Tenía una pistola en la mano, amenazó a un motorizado y lo despojó de su Haojin.
Los policías lo siguieron, le exigieron que se detuviera, pero este omitió el llamado y disparó contra las patrullas. El “Pala” resultó herido. Lo trasladaron hasta el centro asistencial más cercano al lugar de los hechos, pero falleció en el camino.
Los operativos se mudaron a Maracaibo. Los detectives del Eje de Vehículos acorralaron a los cómplices de Polanco. Kelvin Enrique Olivares (19) se escondía junto a dos compinches en una vivienda de latas en la calle 98C del sector Nuestra Esperanza.
Los miembros de la banda del Cachaco dispararon contra los detectives. Olivares se rezagó. Sus acompañes huyeron mientras que a el lo hirieron en la balacera. Murió camino al hospital.
Los vecinos y los curiosos comentaron que “él vivía en el ‘rancho’ con dos amigos. Lo habían invadido desde hace una semana y tenían azotado el barrio, robando teléfonos y arrebatando carteras”.
Esperan respuesta
Los vecinos de los padres Aveiro José Hurtado Castro (32), a quien ultimaron la madrugada del miércoles en vía a La Concepción por estar presuntamente implicado en el robo de un carro, se acercaron a la morgue forense para reclamar su cadáver.
A Hurtado vivía en barrio El Marite y tenía en su casa una bodega. Sus amigos lo describieron como trabajador. Tenía tres hijos.