A Juan José Romero Piñeiro (20), alias el “Puty”; y Jonathan Jesús Núñez Vílchez (26) los describieron como piezas claves de la banda que azota la Subregión Perijá. Los delincuentes no presentaron registros policiales, pero durante la operación los policías les incautaron dos armas de fuego, presuntamente, usadas para amedrentar a sus víctimas
Con un revólver cañón corto, calibre 357; y un escopetín, calibre 38, se enfrentaron Juan José Romero Piñeiro (20), alias el “Puty”; y Jonathan Jesús Núñez Vílchez (26) contra una comisión mixta de la Policía científica y la Policía regional. Ambos integraban la banda del “Caín”, a la cual le adjudican los homicidios y las extorsiones en la subregión Perijá.
Un dato llevó a los policías a la calle 130A con avenida 5 de la urbanización Tinaquillo II, parroquia Libertad del municipio Machiques. Por la descripción de los sospechosos no tardaron en identificarlos. Al intuirse acorralados, el “Puty” y su acompañante sacaron sus armas de fuego, dispararon y corrieron. No encontraron refugio en la zona y sucumbieron ante los proyectiles. A los dos heridos se los llevaron al hospital, pero ambos murieron después de su ingreso, detalló un oficial.
Biagio Parisi, secretario de Seguridad, informó, en una nota e prensa, que a Romero y Núñez “son piezas clave de la banda de ‘Caín’. Las comisiones continúan labores de inteligencia en la zona, en búsqueda de otros integrantes de la banda”.
Ni el “Puty” ni su cómplice presentaron antecedentes penales en el Tribunal Supremo de Justicia. No cayeron presos, pero se les investigaba por su participación de homicidios, extorsión, cobro de vacuna, robo y hurto de vehículos en Rosario de Perijá, Machiques y La Cañada de Urdaneta. Se indaga si las armas que se les incautaron las utilizaron en algún asesinato o estaban reportadas como robadas.
De cuidado
A Tubalcaín José Vílchez Lobo, mejor conocido como “Caín” o el “Súper Sicario”, lo describen como sanguinario y de cuidado. Quien se niega a pagar sus extorsiones es víctima de su metralla. Empezó como ladrón, ingresó al retén de El Marite por desvalijar un cajero automático y se fugó, como cientos de sus internos, con los vínculos necesarios para formar una banda, azotar tres municipios y estremecer a quienes reciben llamadas de sus secuaces para extorsionarlo. La Policía nunca ha localizado su escondite. Rumorean que se refugia en la Sierra cuando están cerca.