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“El vecino me llamó pegando gritos, cuando vi el agua que casi entraba por la ventana, pensé: Se acabó el mundo”, relató Charima Pavón, quien vio cómo la cañada La Silva, que atraviesa el kilómetro 4 del municipio San Francisco, sorprendió a los vecinos del sector Adam Sthormes. La cañada solo aguantó dos horas de lluvia antes de desbordarse a las 10.00 de la noche, momento en el que al menos 45 familias vieron “pasar la muerte”. Las neveras, cocinas y colchones nadaban dentro de las casas. Por la mañana, los rostros eran desoladores, las mujeres lloraban, mientras los hombres sacaban lo poco que les quedó para que el sol los secara. El agua alcanzó entre 60 y 80 centímetros de altura.
Esmeira Urdaneta, tiene 47 años viviendo a pocos metros de la quebrada, y es la primera vez que se le mete el agua. Aún temblando recogía los juguetes de sus nietos que dormían en casa de otro vecino. “Esto fue un desastre, la nevera parecía una lancha, gracias a Dios los vecinos sacaron a mis nietos, sino se me mueren”. Como ella, varias familias perdieron todo.
A pocos metros, Pavón trataba de contener las lágrimas al ver los alimentos de sus bebés revueltos con el barro. “De pronto se me inundó la casa completa, mis hijos y yo quedamos nadando. Es fuerte porque yo con mucho sacrificio compré todo”. La madre soltera, vive en una pieza alquilada. Tuvo que deshacerse de la cuna de su bebé y dos camas. Se le quemó la nevera y perdió toda la comida que tenía. “Los alimentos se me perdieron, la comida se me mojó, perdí todo, de verdad se me acabó el mundo”.
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Consecuencias
Dubbis Urdaneta, vecina de la cañada denunció que en el municipio sureño los gusanos se meten para dentro de las casas porque la recolección de basura es inexistente. “Por aquí no pasa el aseo y para evitar la gusanera la gente tira sus desperdicios en la cañada”. Los vecinos insisten en que advirtieron a la Alcaldía de las consecuencias. “Ellos pusieron a desembocar cuatro cañadas más en La Silva, por eso colapsó, porque no aguantó el caudal”.
En la siguiente calle, otras familias están en la misma situación. Las rejas de las puertas y cercas de ciclón colaron la basura del agua de lluvia, que a media mañana aún corría y que casi le cuesta la vida a una niña de un año. Jhan Urdaneta, responsabilizó al ayuntamiento sureño de la situación. “Hace un año coloqué dos hileras de bloques para evitar que pasara el agua la primera vez, ahora con esos trabajos lo que están haciendo es una represa de esto, les dijimos que redireccionaran el flujo de agua porque hay un canal que está totalmente tapado y no lo limpiaron”.
12 personas resultaron heridas por objetos que transportaba el cauce.
Destacado
Helim Pirela, comandante del cuerpo de Bomberos de Maracaibo, le informó a La Verdad que solo en el sector Arismendi hubo inundaciones de las calles y en otras del norte de la ciudad reportaron árboles caídos, sin embargo, las emergencias fueron atendidas. Hasta la fecha no hay reportes de heridos ni damnificados en el municipio. “Hemos atendido favorablemente y de inmediato todos los reportes. Por ahora todo está controlado”.