El caos y la ruina del país se debe única y exclusivamente al errado modelo económico estatista-comunista a la cubana que implantó Chávez y profundizó Maduro
Muy recién y por la página de opinión del diario La Verdad, el economista Freddy Luque señaló en un excelente artículo suyo denominado “La economía peor administrada del mundo”, tomado del editorial de la revista Británica The Economist, que la actual gestión económica del Gobierno madurista ha sido la peor en toda la historia republicana de Venezuela.
Para justificar la ruina y el malestar que ha afectado a todos los venezolanos y extranjeros que viven en el país, el régimen, como de costumbre, acudió a las tretas para engañar a la gente. Hablaron entonces de una guerra económica provocada por factores externos y la oligarquía rancia interna. Esa supuesta guerra económica solo está en sus cabezas, puesto que quien le arrebató todo a los agricultores y ganaderos que producen los alimentos para el pueblo, es el mismo Gobierno. La próxima planta de alimentos y bebidas que tienen en mente quitar a sus propietarios, es La Polar.
El caos y la ruina del país se debe única y exclusivamente al errado modelo económico estatista-comunista a la cubana que implantó Hugo Chávez y profundizó Nicolás Maduro. Al dejar de producirse alimentos, insumos y químicos, además de repuestos de maquinaria y vehículos, tuvieron que importarlos del exterior, gastando una multimillonaria cifra en divisas extranjeras, de las cuales ahora carecen por la baja de los precios del petróleo. No se puede excluir la corruptela infinita y los negocios sucios que chuparon los fondos del Tesoro Nacional, provocando la inflación más alta del mundo, el desabastecimiento y la pérdida total del valor del bolívar como moneda nacional.
Lo que sigue mencionando el economista Luque es que según datos de organismos nacionales e internacionales se revela que la economía venezolana caerá un 10 por ciento y la inflación se ubicará en el orden del 200 por ciento, lo que coloca al país en la peor situación: Estanflación, es decir, recesión con inflación. Todo esto lo explicó magistralmente en la sesión del 15 de enero el diputado Henry Ramos Allup, espetándole al régimen del alto Gobierno las cifras en rojo de todas las empresas básicas del Estado y de los bienes privados confiscados. Les dijo también que el único camino para enderezar el entuerto es cambiar de inmediato el modelo político y económico revolucionario que implantaron de manera inconstitucional. Lo demás es puro proselitismo y demagogia.