Uniformados de la Policía científica resolvieron el caso del cuádruple homicidio en una vivienda del sector Las Rosas en Cabimas. El sobrino de una de las víctimas planeó el asesinato para robarse cuatro mil dólares
Los sabuesos del Eje de Homicidios de la Policía científica esclarecieron el caso de los cuatro miembros de una familia asesinados en su casa, en el sector Las Rosas, a 500 metros de la iglesia La Rosa, en el municipio Cabimas.
El cuádruple asesinato lo planificó Nicolás Linares, sobrino de una de las víctimas, para robarse los cuatro mil dólares en efectivo que guardaban los infortunados en la residencia, producto de la venta de un vehículo. Luego de las investigaciones llevadas a cabo por uniformados del Eje de Homicidios del Cuerpo detectivesco, dieron con el paradero del homicida, en una vivienda del sector Tía Juana, en el municipio Simón Bolívar.
Cuando los hampones vieron llegar, ayer a las 3.00 de la mañana, a los oficiales sacaron sus armas de fuego para resistirse a la entrega. Se produjo un enfrentamiento que dejó como resultado la muerte de dos de los maleantes, mientras que los otros dos, incluido Linares, se entregaron a las autoridades.
El asesinato
Wilton Eduviges Linares Quintini (59), Norelba Josefina Rodríguez Pérez (30), su esposa; Andrés Jesús Soto Rodríguez, de siete años; y Diego Alejandro Soto Rodríguez, de nueve años, sus hijos, llegaron a la casa luego de un paseo familiar en un centro comercial de Cabimas.
Los funcionarios del Cuerpo detectivesco, determinaron que Linares, sobrino de Wilton, se dirigió al hogar para visitarlo. Pasado los minutos, por la misma puerta principal entraron los otros atracadores. Amarraron a Norelba y a sus hijos de manos y pies, los lanzaron sobre la cama de la habitación principal y los puñalearon con un arma blanca, a la par que los golpeaban con un martillo. Linares asesinó a su tío de la misma manera, lo dejó sentado en la cocina, tomó el dinero y salió del hogar, no sin antes cerrar con llave.
Pasados los días, un familiar se dirigió al hogar de los Rodríguez. Al percibir el olor nauseabundo que provenía de la casa, llamó a la central telefónica de Policabimas para que se dirigieran al lugar.