La Fundación Carito de Mi Corazón, abrió una sede más grande y llena de expectativas, en la que los especialistas en el área de la salud esperan triplicar el número de atención a los pacientes oncológicos de la región. La organización fundada hace más de dos años decidió ampliar su horizonte para cumplir con su objetivo principal: “Salvar vidas”
Anllely Medina, directora de la Fundación Carito, recordó que la organización nació en honor a su hermana gemela que murió a causa del cáncer. Anteriormente Carito de Mi Corazón funcionaba en un espacio proporcionado por la iglesia Templo La Sagrada Familia. Desde este lunes tendrán un nuevo espacio en el centro comercial San Rafael, ubicado en la Circunvalación 2, en el que extenderá sus horarios a dos turnos: Mañana y tarde.
“Necesitábamos más espacio para atender a nuestros amigos. Aquí ampliaremos las especialidades y podremos tener más consultas, eso se traduce a más personas beneficiadas. Familiares que vienen angustiados, desorientados o personas que vienen a consultas de despistaje”.
Anteriormente un aproximado de 25 pacientes visitaba la antigua sede, ahora Carito de Mi Corazón pretende triplicar ese número a llevar más atención. “No podemos determinar el destino final de nadie, pero sí lo podemos hacer más llevadero. El paciente oncológico pasa muchas penurias para cumplir su tratamiento, su dieta y todo el cuidado que necesita después, debido a la situación país, pero a ellos les digo: El cáncer no es el final. Es un nuevo comienzo y con mucha fe sí se puede. Pero nuestra mejor arma es la prevención”.
Difícil, no imposible
Oczael Peña es radioterapeuta oncólogo en la fundación. El especialista que se encarga de tratar los tumores con radiación ionizante recalcó que con las grandes limitaciones que tiene el país en el área médica les ha tocado reinventarse para atender a sus pacientes.
“En el área oncológica existen lineamientos para el tratamiento de los tumores, pero la situación actual de Venezuela ha obligado a alterar frecuencias de sistema de quimioterapias y a tratar irregularmente a los pacientes por la falta de tratamientos oncológicos en el país. No es fácil, por eso no solo es el tratamiento también es la ayuda mutua entre ellos”.
Para el galeno es vital que el paciente reciba ayuda psicológica para su orientación, además de consultas nutricionales.
“El hecho de que uno pueda atender el paciente desde el punto de vista técnico médico y además podamos apoyarlos desde el área psicológica, eso a uno lo llena de satisfacción, porque lo que queremos es ayudar a los demás. El cáncer no respeta ni raza ni sexo ni condición social ni ideales políticos”.