Si queremos una Maracaibo y un estado Zulia “vivible”, con dignidad, con pasión por lo suyo y en progreso permanente, tenemos que salir a votar el 10-D por Carlos Alaimo y por el candidato a la gobernación Marcos Rivero, en la tarjeta del PIZ
El doctor Carlos Alaimo será a partir del 10-D, el próximo alcalde de la ciudad de Maracaibo. El doctor Alaimo no solo es médico de profesión y un empresario exitoso, sino que ha sido en toda su vida un abnegado luchador social y se ha preparado a través de su militancia política demócrata-cristiana en el humanismo cristiano, convertido en una ideología política donde, primariamente, tiene como fundamento meta político el respeto a la dignidad de la persona humana, la justicia social, el bien común, la perfectibilidad de la democracia, las libertades ciudadanas y la pluralidad política.
El doctor Alaimo cree denodadamente en el humanismo cristiano, sobre el cual se refiere, de muy buena manera, en sus escritos y discursos.
El humanismo cristiano al dignificar al hombre no renuncia a la perspectiva colectiva y lo entiende como parte de una trama de relaciones, como alguien que tiende naturalmente a la sociedad y a la comunión; en particular a la comunidad política.
El progreso, que es su principal bandera de acción ejecutiva que es: la acción de ir hacia delante, está inequívocamente relacionado con la persona y su dignidad humana; el mejoramiento de su calidad de vida y su prosperidad hacen que ocurra una evolución de un nivel inferior a otro superior. Hablar de progreso es posible desde una perspectiva en la cual podemos distinguir entre situaciones consideradas como peores y otras vistas como mejores; pasar de las primeras a las segundas es progresar.
Es importante distinguir los diversos parámetros válidos que permitan conocer el estado existente entre progreso y retroceso; uno de esos parámetros radica en el grado de respeto que exista hacia la dignidad humana. Respetar la dignidad humana y progresar es: acabar con la miseria y el hambre; conseguir los medicamentos que necesitamos; tener un trabajo digno; acceder a salud, vivienda, educación; combatir a cero la inseguridad personal y de bienes; vivir en libertad y en paz.
En eso basa su campaña el doctor Alaimo, y el equipo multidisciplinario que lo acompaña; trabajamos con denuedo para lograr ese cambio; he allí su esfuerzo en el combate contra los ineptos y corruptos que han desmadrado al pueblo a nivel nacional, regional, municipal y parroquial. Si queremos una Maracaibo y un estado Zulia “vivible”, con dignidad, con pasión por lo suyo y en progreso permanente, tenemos que salir a votar el 10-D por Carlos Alaimo y por el candidato a la Gobernación, Marcos Rivero, en la tarjeta del PIZ.