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La modista utilizó de escenario uno de los magníficos jardines del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), donde se dieron cita decenas de mujeres de la sociedad neoyorquina como Nicky Hilton y editoras de moda, incluyendo a Anna Wintour.
Además se convirtió en la primera diseñadora en mostrar su colección en el MoMA, una de las pinacotecas más importantes y reputadas del mundo.
La colección incluyó espectaculares trajes con faldas vaporosas y vuelos, al igual que lentejuelas y hermosos estampados como rayas y lunares, y cortes superclásicos con un aire vintage. El color amarillo y las mangas tipo globo fueron los protagonistas de la noche.