Carrasco lució lanzando cinco innings en blanco, ganando y demostrando estar a la altura de la rotación indígena
La historia del venezolano Carlos Carrasco en las Grandes Ligas dio un giro drástico con miras al éxito en solo un año. En agosto de 2014, los Indios de Cleveland necesitaban una salida convincente del criollo. Mickey Callaway, coach de picheo de la “tribu”, y Kevin Cash, en ese entonces coach de bullpen, persuadieron a Terry Francona, mánager de club, de darle una oportunidad al larense para presentarse frente a los Yankees, en el Yankee Stadium.
Carrasco lució lanzando cinco innings en blanco, ganando y demostrando estar a la altura de la rotación indígena. Desde entonces, el diestro no ha hecho más que mostrarse eficaz y consolidarle con su organización. “Míralo donde estaba antes y donde está ahora”, dijo Francona a Mlb.com.
El pasado viernes, el larense volvió al Bronx para refrendar esa condición conteniendo a los “bombarderos” a solo una carrera en 6.2 episodios y recentado 11 ponches. Así mejoró su marca a 12-9 y bajó su efectividad a 3.53. Lo más llamativo es la evolución del barquisimetano desde entonces, pues quedó ranqueado en el puesto 16 en efectividad (2.90) en las Grandes Ligas, quinto en porcentaje de embasados (.258) y corredores por cada nueve innings (9.07) y sexto en ponches (240).
“Para ser honesto, no (esperaba mejorar tanto). Simplemente he trabajado duro desde entonces hasta ahora, y valió la pena. Me dieron la oportunidad de volver a la rotación ese día y creo que me imaginé lanzar de la forma que lancé en los últimos dos meses del último año”, confesó Carrasco a Mlb.com.