El
Estas líneas son escritas con la humildad de quien reconoce intuir que hay muchas fuerzas e intereses políticos que desconoce; pero a la vez esta es la visión de un ciudadano que precisamente desde su desconocimiento del juego político en desarrollo no termina de comprender los vaivenes de la posición de la MUD. También se debe comprender que como organización nacieron por la suma de fuerzas para fines electorales, y como tal es natural la presencia de visiones contrarias.
Dicho lo anterior, lo primero es afirmar que en estos momentos de crisis y confusión una de las actitudes que más se valora en quienes dirigen es claridad y coherencia. Lamentablemente estos últimos días no es lo que un ciudadano común ha visto, por el contrario lo que pareció un despertar irreversible de la voluntad democrática pronto se vio empañado por unos apretones de mano marcados por la desconfianza mutua. Se entiende que no es salir a la calle a “poner muertos”, pero el liderazgo debe ser coherente, y ¿cómo luego de anunciar la “ruptura del hilo constitucional” con vehemencia es posible sentarse a negociar? Esto es algo que muchos esperan sea explicado.
Lo otro es que tal vez sea el momento de reconocer que quienes quieren un cambio para Venezuela trascienden a la MUD. Sectores cercanos al Gobierno, Sindicatos, el gremio empresarial y otros gremios, muchos ciudadanos en general, y otros tantos actores más quieren un cambio pero no necesariamente se identifican con la MUD. Claro que pueden actuar por su cuenta, pero como organización referente de la llamada oposición, y si realmente quieren liderar un proceso de cambio, quizás sea conveniente bajar las barreras y promover el acercamiento entre sectores.
Un tercer elemento es la representatividad de la MUD. Es cierto que muchos de los que en el pasado han votado por los candidatos de la MUD lo han hecho por necesidad más que por convicción, y a eso se debe sumar una gran cantidad de personas que en algún momento se identificaron con el oficialismo y que hoy se sientan particularmente desmotivados y desorientados.
Aunque aún hay mucho por decir, para terminar basta agregar que ojalá el tiempo les dé la razón, que pronto la lluvia de críticas que están recibiendo sean silenciadas con el logro de resultados concretos, como la “restitución del hilo constitucional” (¿no?). Esto tal vez sea mucho pedir, pues no depende exclusivamente de la MUD, pero sin duda a lo que sí puede aspirar un ciudadano que quiere un cambio para que el país mejore es claridad y coherencia en quienes están marcando el rumbo. Los discursos que van y vienen con palabras altisonantes pero con acciones erráticas minan cualquier posibilidad de construir una vía para salir de la crisis actual.