A través de los años y desde su fundación en 1946, en la Facultad de Ingeniería se ha luchado contra las insuficiencias y el tiempo; pues más allá de esas carencias siempre se ha contado con un personal que ha entendido su rol en el desempeño institucional, en pro de la democracia y al servicio de la sociedad
A raíz de la desaparición física de nuestra querida María Guadalupe Núñez (QEPD), quien sucumbió a la larga batalla contra el cáncer, asumiré la conducción de esta columna como homenaje póstumo a esa mujer de retos y amante de su familia, primera decana (1999-2002) de la Facultad de Ingeniería y vicerrectora Administrativa de LUZ (2008-2016) y si la memoria no me falla, primera autoridad rectoral de LUZ que fallece en el ejercicio de su cargo.
A través de los años y desde su fundación en 1946, en la Facultad de Ingeniería se ha luchado contra las insuficiencias y el tiempo; pues más allá de esas carencias siempre se ha contado con un personal que ha entendido su rol en el desempeño institucional, en pro de la democracia y al servicio de la sociedad.
Ingeniería ha comprendido que su labor orientadora en la promoción del desarrollo social e institucional trasciende la profesionalización y pasa por formar un hombre que haga posible la convivencia humana, en un país ferozmente polarizado. Establecer las diferencias y semejanzas como las caras de una misma moneda y mediante el enriquecimiento cultural mezclarlas para que la aspiración de cambio sea ciertamente un tiempo mejor.
La gente de Ingeniería es consciente que en concordancia con los tiempos por venir y de cara a la cuarta revolución industrial, intensamente acorde con la función formadora, cada cierto tiempo se deben incluir reformas en la estructura organizativa para hacerla más flexible y adaptarla a las nuevas orientaciones de los perfiles profesionales y al desarrollo de las ciencias básicas y de la ingeniería. No obstante, factores tanto intra como extra facultad obstaculizan el proceso.
Se ha juzgado que para desarrollar las potencialidades de la Facultad no basta con el crecimiento cualitativo del personal académico sino además, la pertinencia de la atención a los mecanismos de acercamiento a la sociedad civil para un fructífero intercambio de información relevante y poder viabilizar la atención a los problemas y las maneras como se están abordando.
En Ingeniería, trascender las debilidades es posible por las instancias de coordinación para concentrar los esfuerzos, como el realizado la semana pasada y a lo largo de estos meses, a fin de dar a conocer la Facultad de Ingeniería, la cual con sus luces y sombras es dueña de su destino y lucha por trazar una hoja de ruta para definirlo. Saludo al decano, Mario Herrera, y a los profesores José Gregorio Delgado y Juan Andrés Rincón de la Comisión Aniversario, así como al resto de la comunidad de la Facultad por este nuevo aniversario. Agradezco los reconocimientos otorgados a María Guadalupe, en el marco de esa festividad.