
Félix
La medida de arresto domiciliario otorgada al líder opositor Leopoldo López, por la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), solamente buscó apaciguar la calle y la presión que la comunidad internacional viene ejerciendo sobre el gobierno de Nicolás Maduro debido a la crisis que vive Venezuela, con 116 días de protestas incesantes y con una cifra de 100 muertos.
Aunque para analistas políticos y sociales la decisión del órgano judicial no traerá modificaciones sobre la situación del país, tres días después de la medida otorgada a López, Tarek William Saab, defensor del Pueblo, pidió la liberación del dirigente Yon Goicochea quien tiene boleta de excarcelación y casi un año detenido.
Félix Seijas, director de la firma Delphos, señala que la medida otorgada a López no produjo ningún cambio, porque -a su juicio- el Gobierno solo tomará decisiones que sirvan de válvula de escape para apaciguar sobre todo la presión internacional, pero sigue ejerciendo la “política de terror” y un ejemplo de ello, es el caso del dirigente político Carlos Graffe detenido en el estado Carabobo.
El estadístico afirma que el Gobierno en el caso del fundador de Voluntad Popular (VP) quiso dar algunas señales a la comunidad internacional y tratar de bajar los ánimos: mejorar su imagen en el exterior.
Para el también profesor universitario, las conversaciones entre Gobierno y oposición las hay con toda seguridad, pero subraya que esta medida llega luego de una presión internacional e interna y posterior a lo ocurrido el 5 de julio en la Asamblea Nacional (AN), cuando un grupo de oficialistas ingresó en plena sesión y agredió a los diputados.
Seijas reitera que “no se ha producido ningún cambio, simplemente lo que ocurre son medidas para abrir válvulas de escape para bajar la presión internacional y el Gobierno sigue bajo su mismo esquema de persecución y represión”.
Jugadas del régimen
Para Augusto Uribe, abogado y analista social, la medida para Leopoldo López es parte de las jugadas del Gobierno con el fin de desmoralizar a la oposición porque es uno de los presos políticos más emblemático. “Al llevarlo a su casa da rienda suelta a cualquier tipo de especulación de que su medida fue producto de una negociación con la oposición, pero por lo visto en los días posteriores no es más que una medida aislada que debió haber favorecido a otros presos políticos, como a Antonio Ledezma, Daniel Ceballos y Yon Goicochea”.
Considera que esto no modificará en nada el contexto del país, porque “la confrontación en la calle no se trata de la oposición, sino del pueblo organizado en múltiples formas en contra de un Gobierno que lo oprime y que hundió al país en su peor crisis histórica”.
Cree probable que el régimen haya hecho esto como una gestión de distracción para confundir y transmitir una señal de que tiene una apertura para satisfacer alguna de las demandas de los presos políticos no cumplidas hasta ahora.