Un grupo de médicos argentinos mostró su preocupación por la falta de control neonatal y desnutrición en los niños venezolanos que cruzan la frontera hacia Colombia agobiados por la situación económica del país petrolero
Decenas de personas pernoctan en las afueras del puesto de migración, donde progresivamente se instalaron cinco carpas de la Cruz Roja colombiana, los Cascos Blancos de Argentina y el Consejo Noruego para Refugiados, para ser atendidos de forma gratuita.
El grupo argentino, conformado por siete especialistas que rotarán hasta diciembre, tiene como prioridad atender a mujeres gestantes y niños hasta de 17 años.
“Es angustiante, los chicos llegan con muy bajo peso y las mujeres sin cobertura adecuada para sus embarazos, nos preocupa la hidratación y aportes nutricionales para los niños”, dijo a Reuters Mariano Masciochi, cardiólogo bonaerense, que está en su primera misión internacional.
El grupo atendió unos 60 paciente desde el pasado lunes, cuando llegaron a la nación neogranadino, pero esperan atender a 200 por día con equipos traídos desde Argentina.
El grupo estará en principio en este punto cercano al Puente Internacional Simón Bolívar, principal cruce entre ambos países, pero la intención es llegar a La Guajira con un segundo centro de atención.
Verónica Ayala, licenciada en enfermería y jefa de la misión, manifestó que la situación migratoria es diferente a lo que ha enfrentado en misiones previas. “Tengo experiencia en terremotos e inundaciones, en Haití y Ecuador. El fenómeno migratorio es difícil (…). Hemos visto en estos pocos días muchos niños muy pequeños con desnutrición, es lo más impactante”.