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Daniel Ceballos, exalcalde de San Cristóbal, trasladado ayer a su residencia en Caracas luego de que el tribunal le concediera la medida de arresto domiciliario por motivos de salud, pidió que “todos los presos políticos puedan estar con sus familias” y “esperanza” para su país.
“Esperanza para Venezuela, libertad para Venezuela (…). Que todos los presos políticos puedan estar con sus familias”, gritó Ceballos a decenas de periodistas que se concentraron desde tempranas horas en las afueras de un conjunto residencial en el este de la capital, donde permanecerá el exalcalde bajo la custodia de los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
El dirigente opositor se asomó al balcón de su vivienda con sus hijos en brazos, acompañado por Patricia Gutiérrez, su esposa y actual alcaldesa de San Cristóbal
La esposa de Ceballos indicó a los medios que los gritos de su marido fueron “un atrevimiento”, ya que, aseguró, el político no tiene permiso de las autoridades venezolanas para declarar o escribir en redes sociales.
“Lo de ahora era simplemente un saludo y se extendió un poco más”, sostuvo.
Informó de que la siguiente audiencia de su esposo será la próxima semana y reiteró que el encarcelamiento de su pareja es “una medida política”, aunque el arresto domiciliario “marcó el inicio de la libertad” del exalcalde.
Gutiérrez señaló que, tras conocerse la medida judicial sobre su esposo, recibió llamadas telefónicas de varios exmandatarios manifestando su respaldo, entre ellos el expresidente del Gobierno español Felipe González, el colombiano Andrés Pastrana y el boliviano Jorge Quiroga.
Ceballos fue detenido en marzo de 2014 y condenado a 12 meses de prisión por desacato a una medida cautelar del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Pese a que Gutiérrez asegura que su esposo se encuentra bien de salud, reiteró hoy que la huelga de hambre que el político secundó entre mayo y junio pasado en solidaridad con López le llevó a perder más de una decena de kilos y le provocó problemas renales.