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Pescadores de la Costa Oriental del Lago permanecen varados en sus puestos de trabajo y con implementos de trabajos dañados. Hace más de cuatro meses que las orillas de las costas se colmaron de manchas de petróleo y con ella el deterioro de embarcaciones de las costas.
Para Luis Benítez, pescador de Lagunillas, la situación es producto de la irresponsabilidad de los entes competentes PDVSA y del Gobierno regional y nacional, Ministerio de Ambiente, el Instituto para el Control y Conservación del Lago de Maracaibo.
“Ningún representantes de esas instituciones se acerca hasta nuestro puertos pesqueros para hablar de este problema. No sabemos ni cuándo acabará o si volveremos a trabajar”, detalló preocupado el hombre.
La vista de unos 300 kilómetros de costas afectadas, lo dice todo. Para los ambientalista el Lago está contaminado y para el gremio de casi 12 mil pescadores, la actividad económica apenas funciona en un 10 por ciento.
Rafael Isea, pescador de Miranda, detalló que en un día, mucho representa cinco kilos de pescado, que deben ser dividido entre las personas que están en la embarcación, cantidad que no alcanza ni para comprar un refresco.
Resaltó que no pueden seguir en la situación de espera. Los recursos se están agotando y sienten que todos sus enseres se perdieron. Isea, señaló que de querer dedicarse a otra actividad económica no podrá hacerlo porque no cuenta con ni con un capital. “La idea en este caso es vender mi embarcación y herramientas de trabajo, pero ya no sirven”.