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Para el argot popular, “tener el cerebro fundido” es estar loco, embrutecido o enajenado, total, fuera de onda o de pote como dirían los mexicanos. Lo cierto es que según la ética, la prudencia es parte de la conducta de un ciudadano. Más aun, si este tiene en su haber la conducción de un gobierno, de una nación. Pues bien, el individuo tiene como comportamiento una propiedad inherente a su ser, esa es la conciencia y dentro de esta propiedad la expresión de sus sentimientos más profundos afloran en los momentos de desasosiego, preocupación, indecisión, duda o desconcierto, esto es la inconsciencia.
La expresión “se me va a fundir lo poco de cerebro que me queda” (del presidente Maduro) es, además de un intento de jocosidad que linda con la poca seriedad de un discurso e, improvisación; el afloro de un sentimiento inocultable, producto de su incapacidad para enfrentar los elementos que le atañen a su desgobierno. Es un gesto hipócrita y grotesco con un sarcasmo impoluto en contra de la honestidad y credulidad de un pueblo que añora la tranquilidad y la felicidad que gozaba de la democracia aunque “imperfecta” de los años 60-98,
Ahora arremete contra Chomsky, quien ha sido uno de los intelectuales más importante de la izquierda política mundial, solo por el hecho de plantearle directamente lo errado de su gestión. Noam Chomsky, señalado por el New York Times como el más importante de los pensadores contemporáneos, admirado por el fallecido presidente Hugo Chávez, opinó, que en Venezuela, el modelo, la tremenda corrupción y la incompetencia del Gobierno, no permitió eliminar la dependencia petrolera.
El intelectual afirma que el modelo populista de Chávez, y ahora de Maduro “ha sido destructivo (…) América del Sur necesita movimientos populares masivos que tomen la iniciativa para llevar a cabo un extenso cambio social.” También afirmó que: “el sistema venezolano ha estado desbalanceado desde el principio, viéndose frenado el éxito de cualquier propuesta significativa, esfuerzo o iniciativa. Los cambios instituidos en Venezuela vienen desde arriba, poco relacionados con la iniciativa popular.”
Acepta que EEUU ha perdido influencia en la región, porque los países intentan ser más independientes y apuntan hacia iniciativas de integración como la formación de la Unasur. ¿Estará diciendo Chomsky algo extraño?